Las relaciones de nuestra provincia con los vecinos portugueses pasa por momentos de una estrecha vinculación a etapas en la que seguimos siendo unos perfectos desconocidos unos para otros, pese a que las buenísimas conexiones por autovía desde Huelva, por la frontera de Ayamonte, hasta tierras gallegas han creado un nuevo pasillo de transporte que une todo el frente atlántico peninsular de norte a sur como una vía alternativa a la denominada y todavía inacabada Ruta de la Plata, desde Sevilla a Asturias, y conecta, sin atravesar ningún sólo semáforo, a Andalucía con Galicia en poco más de seis horas. Recuerdo que las posibilidades económicas que entrañaba este arco atlántico para el desarrollo de la provincia de Huelva lo descubrí hace unos años leyendo algunos de los documentos que se elaboraron por los redactores del archivado Plan Estratégico de la capital en el transcurso del primer mandato municipal de Pedro Rodríguez, allá por los finales de los noventa. Ahora, cuando transito en la cada día más colapsada autovía de Huelva a Sevilla, me viene a la memoria muchos de los análisis de este plan al contemplar en los camiones con mercancías distintivos de empresas ubicadas en Oporto, La Coruña o Braga. Estoy convencido de que el futuro Centro de Transportes, diseñado en el Parque Empresarial, siempre y cuando le abran una conexión directa con la autovía, de la que ahora se carece hasta para entrar directamente en Huelva capital, se beneficiará de este importante flujo económico que las conexiones por Portugal con el norte de España nos han abierto.
Pero quería escribir del Alentejo portugués hoy porque pienso que nuestra provincia no ha sabido todavía descubrir el importante foco de desarrollo, sobre la base de la inmensa construcción de la presa de Alqueva que han sacado adelante los gobiernos lusos en los últimos años, y eso que este territorio linda también con una franja importante de municipios onubenses que van desde el perdido y encantador pueblo de Encinasola hasta Paymogo en tierras andevaleñas. Lazos comerciales, políticos, empresariales y culturales se han abierto con el Algarve desde Huelva e incluso hace unos días se presentaba en el Ayuntamiento de la capital una guía empresarial para actividades en ambos lados por parte del concejal de Economía y Empleo, Juan Carlos Adame, pero no ocurre lo mismo con la zona del Alentejo, que es una perfecta desconocida pese a que también nos une, además de la línea fronteriza descrita, el agua y el cauce del río Guadiana.
Ha sido precisamente este río, merced a la discutida en su día Presa de Alqueva, la que ha venido a traer prosperidad y riqueza a todo el Alentejo al ponerse en regadío, con la ayuda del Gobierno del vecino país, miles de hectáreas de dehesa y generarse en torno a los mil kilómetros que tiene de playa fluvial la gigantesca presa nuevas actividades de turismo rural de ocio. No sé si en cuanto a capacidad las presas construidas en el mismo cauce del río Guadiana, a su paso por el Andévalo, pueden compararse con la de Alqueva que como decía antes es para visitarla porque se trata de un lago artificial impresionante en una zona antes muy deprimida pero de lo que no tengo ninguna duda es de que los aprovechamientos logrados en la parte portuguesa no tienen nada que ver con los que todavía tenemos aquí. Es más hace unos días, capital inversor de Andalucía ponía en regadío más de 500 hectáreas de olivar gracias al agua embalsada y todo el viñedo de esta zona portuguesa, en el que bien podría mirarse el Condado de Huelva y su cada día más adormecida Denominación de Origen, es ya prácticamente de regadío y con variedades diversas tanto de vino blanco como de tinto de crianza.
Cuando se haga el puente de Paymogo, obra que pese a las irregularidades que haya podido tener en su puesta en marcha es muy acertada, tanto el Andévalo como la Sierra de Huelva, por la entrada de Rosal de la Frontera, tienen abiertas dos vías de conexión importante con el Alentejo portugués y si en su día se abrieron líneas de colaboración entre Huelva y el Algarve en muchos terrenos lo mismo debería irse trabajando ya desde los mismos campos, empresariales, institucionales, culturales y hasta universitarios con el Alentejo. Nos une el río Guadiana, cuyas aguas en gran medida se han quedado retenidas para su aprovechamiento del lado portugués con esta impresionante Presa de Alqueva, y creo que también nos une otras muchas actividades económicas que hay que explorar y en las que creo que los portugueses tienen mucho que aportarnos que nosotros a ellos. Liderar este acercamiento le corresponde a la Diputación Provincial y las organizaciones empresariales, buen empiezo podría ser intercambiar experiencias en cuanto, por ejemplo, a los vinos y su comercialización, ya que en esto nos llevan muchos años de adelanto y, sobre todo, una leyenda y una personalidad propia de la que sigue careciendo, pese a los millones de euros que le inyecta la Junta de Andalucía, todo lo que se cobija bajo la Denominación de Origen Vinos del Condado de Huelva. Recorrido, insisto, hay y mucho entre Huelva y el Alentejo y bueno sería acercarse para comprobarlo. Nos llevaremos una grata sorpresa.
lunes, 26 de noviembre de 2007
domingo, 25 de noviembre de 2007
El futuro de la economía onubense entra en campaña
No quisiera pecar de reiterativo, de fin de semana en fin de semana, escribiendo en torno a las mismas cuestiones pero en casi todos los círculos, a pie de calle, lo único que escucho últimamente es la gran preocupación de muchas personas por el futuro de la economía, que en el caso del territorio donde nos movemos, no es otro que el futuro de la economía onubense. La reciente encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), hecha pública, en esta semana vuelve a señalar al paro como el problema que más inquieta y preocupa a la sociedad española, algo que no encaja muy bien con las cifras reales que se ofrecen por el Gobierno cada mes porque no son las de ahora, precisamente, las peores estadísticas de desempleo conocidas y eso nos hace pensar que lo evidencian los encuestados es más la incertidumbre sobre el futuro y un pesimismo cada vez más alto en cuanto a las perspectivas del mercado laboral en los próximos meses. Esta sensación la percibo, y lo vengo escribiendo, desde los principios del pasado verano y han ido subiendo en intensidad en las últimas semanas, en clara contradicción con los mensajes optimistas que se quieren emitir desde los gobernantes socialistas metidos ya en campaña y en Huelva haciendo visitas, casa por casa, para explicar la política con Z de Zapatero. Espero, por cierto, que sepan contestar cómo es posible que el vicepresidente del Gobierno, Solbes, diseñara el presupuesto del 2007 que termina sobre la hipótesis del barril de crudo a 34 dólares y ya nos estemos acercando a los 100, y en meses lo veremos en torno a los 120, porque la inflación galopa desbordada en torno al 4% y todo esto sí que tiene una repercusión directa en el bienestar y estabilidad de miles de familias.
Ante esta situación, que no nos gusta un pelo, requeriría yo, en especial del PSOE, como partido con clara hegemonía gobernante en esta provincia, que nos dijera por dónde piensa ir en el futuro, antes de que las cifras del paro se vuelvan a disparar en Huelva. Al menos, Javier Barrero, como secretario provincial de los socialistas onubenses, aprovechando un encuentro montado, con la presencia de empresarios de la construcción, para hablar de la vivienda, ha querido alumbrarnos sobre lo que, según este partido, deberán ser los referentes económicos de la provincia y citó textualmente sus palabras: “turismo sostenible, conservación del medio ambiente, la minería como un recurso que vuelve a ser viable (primera vez, por cierto, que le escuchamos ya hablar de este sector), la producción agrícola y los avances en I+D+I (algo que yo, en fin, no veo por ninguna parte, salvo en los juguetitos que monta la Consejería de Innovación en Huelva para que su flamante delegada se entretenga un poco y se coloque a algún ‘compañero’ más del partido)”. Nada, alerta pues en los despachos empresariales, de la industria como sector de vanguardia en la economía provincial, lo que ya también habíamos venido avisando en otro artículos hace más de un mes, que los socialistas tenían tomada la decisión estratégica, por mucho Luciano Gómez que cabalgue en solitario, de dar la espalda a este sector en su diseño económico provincial.
Habría, por supuesto, que objetar y mucho a cuanto desde el socialismo onubense se tiene proyectado –visto lo visto con los pronósticos de Solbes con el precio del crudo para el 2007 sería para echarse ya a temblar en el mundo empresarial- y lo que, al parecer, piensan proponer en sus programas electorales para la cita de generales y autonómicas del 9 de marzo. Lo que no sabemos todavía es dónde y por dónde anda el PP de esta provincia, si es que tiene asumido o no que la situación económica y no otras cuestiones en la que lleva enredados desde hace años con las que van a decidir muchos votos en esta cita electoral. En teoría, aunque resida familiarmente en Madrid, entre los diputados nacionales en representación de esta provincia, los populares cuentan con Fátima Báñez como mujer experta en los temas económicos pues no en balde tiene un papel importante en la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso de los Diputados. Falta que hable y que hable en Huelva, la provincia a la que debe representar, y explique ante los onubenses el modelo de su partido para gestionar, si gobierna, el futuro de la economía provincial. No se trata de hacer política de salón, apareciendo en la foto cuando viajan los dirigentes regionales o nacionales, sino de profundizar en la misma sociedad para hacerse, cuando menos, notar y que las propuestas puedan ser tenidas en cuenta. Es que no sabemos todavía cuáles son las ideas de esta formación política, ni tan siquiera nos consta mediáticamente que en su seno se hayan mantenido reuniones de trabajo, con o sin interlocutores sociales y empresariales, para conocer la situación de cada uno de los sectores de la provincia. A los socialistas, con su visión, posiblemente equivocadísima, sí los vemos, pero es que los populares andan como desaparecidos, como esperando que los votos les caigan solitos del cielo por la desesperación de los muchos errores de bulto que comete el Gobierno de Zapatero y que nos reflejan los medios de comunicación. Y, claro, así les va que no acaban de sacar rédito del desgaste del contrario porque no trabajan ante el electorado su propia opción como partido de gobierno con las soluciones ante los problemas reales de ala ciudadanía. Necesitamos, hasta por el propio bien del equilibrio de sistema democrático en esta provincia, que los populares despierten del letargo y entren en campaña y eso, en las circunstancias actuales, es que nos oferte su modelo de economía provincial. Le seguimos esperando.
Ante esta situación, que no nos gusta un pelo, requeriría yo, en especial del PSOE, como partido con clara hegemonía gobernante en esta provincia, que nos dijera por dónde piensa ir en el futuro, antes de que las cifras del paro se vuelvan a disparar en Huelva. Al menos, Javier Barrero, como secretario provincial de los socialistas onubenses, aprovechando un encuentro montado, con la presencia de empresarios de la construcción, para hablar de la vivienda, ha querido alumbrarnos sobre lo que, según este partido, deberán ser los referentes económicos de la provincia y citó textualmente sus palabras: “turismo sostenible, conservación del medio ambiente, la minería como un recurso que vuelve a ser viable (primera vez, por cierto, que le escuchamos ya hablar de este sector), la producción agrícola y los avances en I+D+I (algo que yo, en fin, no veo por ninguna parte, salvo en los juguetitos que monta la Consejería de Innovación en Huelva para que su flamante delegada se entretenga un poco y se coloque a algún ‘compañero’ más del partido)”. Nada, alerta pues en los despachos empresariales, de la industria como sector de vanguardia en la economía provincial, lo que ya también habíamos venido avisando en otro artículos hace más de un mes, que los socialistas tenían tomada la decisión estratégica, por mucho Luciano Gómez que cabalgue en solitario, de dar la espalda a este sector en su diseño económico provincial.
Habría, por supuesto, que objetar y mucho a cuanto desde el socialismo onubense se tiene proyectado –visto lo visto con los pronósticos de Solbes con el precio del crudo para el 2007 sería para echarse ya a temblar en el mundo empresarial- y lo que, al parecer, piensan proponer en sus programas electorales para la cita de generales y autonómicas del 9 de marzo. Lo que no sabemos todavía es dónde y por dónde anda el PP de esta provincia, si es que tiene asumido o no que la situación económica y no otras cuestiones en la que lleva enredados desde hace años con las que van a decidir muchos votos en esta cita electoral. En teoría, aunque resida familiarmente en Madrid, entre los diputados nacionales en representación de esta provincia, los populares cuentan con Fátima Báñez como mujer experta en los temas económicos pues no en balde tiene un papel importante en la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso de los Diputados. Falta que hable y que hable en Huelva, la provincia a la que debe representar, y explique ante los onubenses el modelo de su partido para gestionar, si gobierna, el futuro de la economía provincial. No se trata de hacer política de salón, apareciendo en la foto cuando viajan los dirigentes regionales o nacionales, sino de profundizar en la misma sociedad para hacerse, cuando menos, notar y que las propuestas puedan ser tenidas en cuenta. Es que no sabemos todavía cuáles son las ideas de esta formación política, ni tan siquiera nos consta mediáticamente que en su seno se hayan mantenido reuniones de trabajo, con o sin interlocutores sociales y empresariales, para conocer la situación de cada uno de los sectores de la provincia. A los socialistas, con su visión, posiblemente equivocadísima, sí los vemos, pero es que los populares andan como desaparecidos, como esperando que los votos les caigan solitos del cielo por la desesperación de los muchos errores de bulto que comete el Gobierno de Zapatero y que nos reflejan los medios de comunicación. Y, claro, así les va que no acaban de sacar rédito del desgaste del contrario porque no trabajan ante el electorado su propia opción como partido de gobierno con las soluciones ante los problemas reales de ala ciudadanía. Necesitamos, hasta por el propio bien del equilibrio de sistema democrático en esta provincia, que los populares despierten del letargo y entren en campaña y eso, en las circunstancias actuales, es que nos oferte su modelo de economía provincial. Le seguimos esperando.
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