Hace unos meses, ante lo que se avecinaba, escribía en esta esquina de página que la organización empresarial onubense del sector de la construcción, más conocida como UPECO, tenía ante si una compleja, difícil y ardua tarea y que se hacía necesario que sus principales representantes empezaran a jugar en lo público y a posicionarse ante los problemas que ya están aquejando a muchas empresas ubicadas en dicha rama de actividad. Por fin veo que han decidido echarse al ruedo y hasta se monta, a través de canales mediáticos cercanos, debates para abordar la situación con exposiciones largas, documentadas y razonadas de su presidente, Francisco Urbano, como buen conocedor de este mundo empresarial y porque, además, ya ha vivido otras crisis anteriores. También el secretario general de la organización, Javier Hunt, se ha expresado y hasta diagnosticado lo que ocurrirá en el futuro, que el precio de la vivienda en la provincia de Huelva siga subiendo, porque falta sueldo donde edificar.
Mejor que ellos no puede habar nadie porque están, desde luego, inmersos en la problemática y obligación, como dirigentes, es tener ahora que dar la cara ante la coyuntura que se le están presentando a muchas empresas, tanto pequeñas como medianas, e incluso las más grandes, y no digamos de todas las empresas complementarias de esta importante rama de actividad productiva. Desde luego la subida del tipo de interés, del euribor, tiene un efecto directo y activador de la crisis porque en un año se ha disparado de tal forma que para muchas familias se hace imposible el atender el incremento mensual de la hipoteca, el préstamo del coche y la cesta de la compra. Difícilmente, desde Huelva, se puede arreglar nada relacionado con el tipo de interés que entra dentro de las grandes decisiones macroeconómicas, en manos hoy del Banco Central Europeo.
Pero el precio del sueldo, el factor determinante que apuntaba Javier Hunt, ¿puede hacerse algo en este vital valor de referencia a la hora de fijar el precio final de una vivienda? Porque los empresarios de la construcción se han hartado de decir, por activa y por pasiva, mucho antes de la crisis, que el precio de todos los elementos de construcción en el coste final de una vivienda, incluido su legítimo beneficio industrial, estaba acorde con los normales dentro de cualquier otra actividad empresarial. Sin embargo, desde el lado político, y curiosamente siempre desde el mismo lado izquierdo (PSOE, IU y la comparsa Verde), la actividad de la construcción se ha estado uniendo, sin que nadie se cruzara con energía para frenarlo, con las palabras especulación y pelotazos urbanísticos y esto, mirando hacía atrás sin ira pero con espíritu reflexivo, sí que ha hecho mucho, muchísimo daño a muchísimos y muchísimos empresarios del sector de la construcción. El daño, desde luego, ya está hecho y ahora tendrán que explicarse muy bien los dirigentes de la organización UPECO para que la problemática actual pueda entenderse por el gran público y hasta por los responsables de las Administraciones.
Porque si el precio de la vivienda va a seguir subiendo en la provincia de Huelva, como anuncia el secretario general de UPECO, eso encaja poco con una coyuntura de escasa demanda y mucha oferta de ventas de pisos como la que ahora mismo todos los agentes que intervienen en el sector retratan. Si falta suelo para edificar en la provincia y suelo planificado existe y se ha puesto a disposición por parte de muchos ayuntamientos (que llevan años esperando la tramitación del Plan General de Ordenación Urbana), digo yo, que algún responsable tiene que existir de este desaguisado que tiene ahogado a todo un sector. Suelo caro, siguiendo el razonamiento de Javier Hunt y Francisco Urbano, es sinónimo de vivienda cara, aunque estemos en tiempo de crisis y de rebajas, y el suelo sólo puede ser ahora caro porque no exista en la provincia ese suelo programado, planificado y autorizado. Y esto es lo que hecho en falta en el argumentario de UPECO, que también tienen que decir ahora, aunque haya amistades de por medio, quienes son los principales culpables de esta situación. Los alcaldes de muchos pueblos de la provincia, y de todos los colores, han trabajado en los últimos años para sacar muchos planes de ordenación adelante pero la mayoría, por no decir todos, están paralizados en la Consejería de Obras Públicas, y más concretamente en la Comisión Provincial de Urbanismo. ¿Quién dirige el urbanismo de la Junta? Tendrá nombres y apellidos, amigos de UPECO. ¿Quién puso en marcha el POTA y quien ha tenido ralentizado su desarrollo? También tiene nombres y apellidos. ¿Quién ha beneficiado a los especuladores del suelo y escaso y quienes lo han encarecido y parece que lo van a seguir encareciendo? Tienen nombres y apellidos. Entonces, me pregunto yo, por qué no se dice también y se le piden públicas explicaciones cuanto todo un sector, el que representáis, se encuentra en la coyuntura de hasta pura supervivencia como la que empieza a darse en muchas empresas. Asumir tareas de representación es tener, a veces, que enfadarse con sus propios amigos en defensa de sus representados. A más de un dirigente empresarial le ha costado muchos disgustos y le ha afectado hasta en sus propios negocios, y ahí están, manteniendo el tiempo en primera línea de batalla porque para eso uno asume los cargos, para lo bueno y para lo malo. En momentos como los actuales no basta con aparecer ya, exhibiendo representación y buen conocimiento diagnosticador de los problemas. Eso, como el valor en el Ejército, se le supone. Falta meter el dedo en la yaga, batirse con los problemas y fajarse hasta sacar al sector adelante. Que falta, mucha falta le va a hacer ser ahora más que nunca claro, exigente y constante. Los que han tenido parado el suelo en la provincia, en su obsesión de controlar el urbanismo y con el todo el flujo económico que depara y chorrea, tiene que asumir sus errores y darle con urgencia una solución, que la hay los alcaldes de muchos pueblos, de todos los colores, estarían encantados de ver desbloqueado su trabajo de muchos años. ¿Se lo van a decir así de claro los dirigentes de UPECO a la administración hegemónica socialista que nos gobierna por ‘cielo y tierra’ en esta provincia?
lunes, 22 de octubre de 2007
domingo, 21 de octubre de 2007
¿Qué tiene Punta Umbría que no tengan otros pueblos?
Desde que el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, en traje de faena electoral (sin traje y descamisado), anunciará en abril, en el tramo final de los comicios municipales, que estaba en proyecto unir Huelva capital con Punta Umbría a través de tres puentes y pasando por el paraje protegido de Marismas del Odiel, sólo podemos elogiar y aplaudir la velocidad que este expediente de inversión, hasta hace unos meses ‘fantasma’, adquiere por día pues ya ha estado por aquí el redactor del proyecto y la consejera de Obras Públicas se desplazó expresamente esta pasada semana para informar ‘in situ’ a los alcaldes. Seguro que los presupuestos de la Comunidad del 2008 vendrá una importante partida económica y esto es algo que no tiene precedentes en la forma de tramitar ninguna otra administración pública en manos hoy del PSOE otros proyectos de inversión pública en la provincia de Huelva. El anuncio de Chaves, eso sí, valió que la alcaldía de Punta Umbría, como era el objetivo buscado en un principio, cayera de nuevo a manos de los socialistas después de una legislatura de estar regida por los populares y por el particular José Carlos Hernández Cansino.
No seré yo el que ponga ni una sola chinita a este proyecto porque cuando cae algo así del cielo, con 150 millones de euros de inversión mínima asegurada, lo que debemos es de dar gracias por tanta bondad y generosidad de los gobernantes. No voy a cuestionar el por qué de un trazado tanto extraño, atravesando el corazón del paraje de Marismas del Odiel porque para esto, dijo yo, ya están ahí el ‘Guito’ y sus amigos ‘verduscones’; ni tampoco la rocambolesca mezcla de autovía con tres puentes y un tren metropolitano porque a lo mejor en este inicio puede estar una futura reivindicación de una red de cercanías ferroviarias o hasta un metro, como el que le están haciendo a otras capitales andaluzas. Tampoco voy a cuestionar el grado de intensidad del tráfico en invierno entre los dos puntos que en realidad se unen, que es Huelva capital y la localidad de Punta Umbría pueblo (que no el Portil, que ya tiene la otra autovía directa por el antiguo puente) porque a ‘caballo regalado no se le mira el diente’, dice el refranero.
Ahora bien, a los gobernantes socialistas, y en especial a Manuel Chaves y Javier Barrero, si le tengo que preguntar por lo qué tiene Punta Umbría, la gran beneficiada, que no tengan otros pueblos de la provincia para una atención de máxima prioridad inversora, preferente y obligando a la consejera de Obras Públicas, creo que por primera vez en la historia de las administraciones, a cumplir en tiempo y fechas con lo prometido. Será, sin duda, el expediente que mayor velocidad tenga de despachos a despachos en la Consejería y no digamos también cuando llegue, con el obligado estudio e impacto ambiental, a la Consejería de Medio Ambiente. ¿Es que acaso Trigueros, Beas, Valverde, Zalamea, etc. no tienen el mismo derecho que Punta Umbría para que después de esperar años y años, con accidentes mortales en la Nacional 431, no se le tramite con la misma celeridad y eficacia el expediente inversor prometido en programas electorales socialistas y que fue motivo de movilizaciones y reivindicaciones sociales lideradas por el PSOE? ¿Merecen esos míseros 60.000 euros que aparecen en los Presupuestos Generales del Estado del 2008? ¿Qué tiene Puntas Umbría que no tengan ellos, digo yo? O también esos accesos a las playas del resto del litoral prometidas por la misma Junta de Andalucía desde que Aznar inaugura hace diez años la autovía Huelva-Ayamonte y de la que sólo vemos unos carteles publicitarios en Islantilla y Lepe y un buen cuidado movimiento aparente de tierras en una de las rotondas del segundón acceso a Lepe por la conexión con Villablanca. ¿Qué tiene Punta Umbría que no merezca Cartaya, Lepe, Isla Cristina, La Redondela o Ayamonte? Cuando hay eficacia, celeridad y dinero para una obra tan ‘sui generis’ como la plateada del tripuente, es que hay recursos, capacidad y también financiación de sobra para lo que se había anunciado electoralmente con anterioridad también se pueda cumplir. ¿O no? Me gustaría conocer como mero ciudadano de a pie, como contribuyente, unos argumentos que me convenciera del por qué un proyecto va más rápido que Alonso y otros se quedan aparcados fuera de la pista como hoy a muchos nos gustaría que se volviera a quedar el Hamilton ese…
Bueno, bueno, Punta Umbría sí tiene -¡qué mala memoria tengo yo a veces!- motivos de peso ya para que tenga ese trato preferencial. No, Gonzalo, no es que seas tu ya el alcalde, que no. Es que, es verdad, hay unos hoteles en fase final de construcción, de lo que me alegro porque a tesón ni cabezonería como empresario hotelero, no hay quien le gane a Alfredo y estoy seguro que ahora el nuevo Plan de Ordenación Urbana que estaba elaborando no tendrá problemas para que dicha ciudad pueda ser la que compita con Lepe en cuanto a la segunda población en importancia de la provincia detrás de la capital. Javier Barrero se sentó, no hay que olvidarlo, en el despacho del urbanismo como concejal y a todos nos gusta ver finalizada la obra que en su día se proyecto e ideó. Mira, Gonzalo, Alfredo, consejera Concepción y querido presidente Chaves, que si ahora por arte de magia, porque ya hay infraestructuras viarias y dotaciones, también aparecen en Punta Umbría los trece hoteles famosos de hace ocho años, que con tanta imaginación había proyectado Barrero con sus amigos. Entonces sí, entonces todo estaba justificado y bien que justificado. Punta Umbría, sus hoteles, su incremento de población, sus negocios y su prosperidad –más de unos que de otros- sí que tenían cosas que no tienen otros pueblos de la provincia. Y quien se lo va a discutir ya en esas fechas a un Barrero casi jubilado, tomando el sol frente al campo del golf y contemplando satisfecho, y con razón, la obra realizada. ¡Pa descubrirse y más porque hasta Manuel Chaves, y su buena voluntad de salvar la alcaldía de Punta Umbría, ha picado esta vez! Pero que listo es este tío… Listo, listo, listo. A ver si aprenden los del PP y cuando vengan Arenas, como un corredor sin destino, le hacen unos chistes mejores que los que siempre, como un disco rayado, cuenta cuando aparece por aquí en lo que le llaman campaña electoral. Campaña, sin chistes, la de Barrero y los suyos.
No seré yo el que ponga ni una sola chinita a este proyecto porque cuando cae algo así del cielo, con 150 millones de euros de inversión mínima asegurada, lo que debemos es de dar gracias por tanta bondad y generosidad de los gobernantes. No voy a cuestionar el por qué de un trazado tanto extraño, atravesando el corazón del paraje de Marismas del Odiel porque para esto, dijo yo, ya están ahí el ‘Guito’ y sus amigos ‘verduscones’; ni tampoco la rocambolesca mezcla de autovía con tres puentes y un tren metropolitano porque a lo mejor en este inicio puede estar una futura reivindicación de una red de cercanías ferroviarias o hasta un metro, como el que le están haciendo a otras capitales andaluzas. Tampoco voy a cuestionar el grado de intensidad del tráfico en invierno entre los dos puntos que en realidad se unen, que es Huelva capital y la localidad de Punta Umbría pueblo (que no el Portil, que ya tiene la otra autovía directa por el antiguo puente) porque a ‘caballo regalado no se le mira el diente’, dice el refranero.
Ahora bien, a los gobernantes socialistas, y en especial a Manuel Chaves y Javier Barrero, si le tengo que preguntar por lo qué tiene Punta Umbría, la gran beneficiada, que no tengan otros pueblos de la provincia para una atención de máxima prioridad inversora, preferente y obligando a la consejera de Obras Públicas, creo que por primera vez en la historia de las administraciones, a cumplir en tiempo y fechas con lo prometido. Será, sin duda, el expediente que mayor velocidad tenga de despachos a despachos en la Consejería y no digamos también cuando llegue, con el obligado estudio e impacto ambiental, a la Consejería de Medio Ambiente. ¿Es que acaso Trigueros, Beas, Valverde, Zalamea, etc. no tienen el mismo derecho que Punta Umbría para que después de esperar años y años, con accidentes mortales en la Nacional 431, no se le tramite con la misma celeridad y eficacia el expediente inversor prometido en programas electorales socialistas y que fue motivo de movilizaciones y reivindicaciones sociales lideradas por el PSOE? ¿Merecen esos míseros 60.000 euros que aparecen en los Presupuestos Generales del Estado del 2008? ¿Qué tiene Puntas Umbría que no tengan ellos, digo yo? O también esos accesos a las playas del resto del litoral prometidas por la misma Junta de Andalucía desde que Aznar inaugura hace diez años la autovía Huelva-Ayamonte y de la que sólo vemos unos carteles publicitarios en Islantilla y Lepe y un buen cuidado movimiento aparente de tierras en una de las rotondas del segundón acceso a Lepe por la conexión con Villablanca. ¿Qué tiene Punta Umbría que no merezca Cartaya, Lepe, Isla Cristina, La Redondela o Ayamonte? Cuando hay eficacia, celeridad y dinero para una obra tan ‘sui generis’ como la plateada del tripuente, es que hay recursos, capacidad y también financiación de sobra para lo que se había anunciado electoralmente con anterioridad también se pueda cumplir. ¿O no? Me gustaría conocer como mero ciudadano de a pie, como contribuyente, unos argumentos que me convenciera del por qué un proyecto va más rápido que Alonso y otros se quedan aparcados fuera de la pista como hoy a muchos nos gustaría que se volviera a quedar el Hamilton ese…
Bueno, bueno, Punta Umbría sí tiene -¡qué mala memoria tengo yo a veces!- motivos de peso ya para que tenga ese trato preferencial. No, Gonzalo, no es que seas tu ya el alcalde, que no. Es que, es verdad, hay unos hoteles en fase final de construcción, de lo que me alegro porque a tesón ni cabezonería como empresario hotelero, no hay quien le gane a Alfredo y estoy seguro que ahora el nuevo Plan de Ordenación Urbana que estaba elaborando no tendrá problemas para que dicha ciudad pueda ser la que compita con Lepe en cuanto a la segunda población en importancia de la provincia detrás de la capital. Javier Barrero se sentó, no hay que olvidarlo, en el despacho del urbanismo como concejal y a todos nos gusta ver finalizada la obra que en su día se proyecto e ideó. Mira, Gonzalo, Alfredo, consejera Concepción y querido presidente Chaves, que si ahora por arte de magia, porque ya hay infraestructuras viarias y dotaciones, también aparecen en Punta Umbría los trece hoteles famosos de hace ocho años, que con tanta imaginación había proyectado Barrero con sus amigos. Entonces sí, entonces todo estaba justificado y bien que justificado. Punta Umbría, sus hoteles, su incremento de población, sus negocios y su prosperidad –más de unos que de otros- sí que tenían cosas que no tienen otros pueblos de la provincia. Y quien se lo va a discutir ya en esas fechas a un Barrero casi jubilado, tomando el sol frente al campo del golf y contemplando satisfecho, y con razón, la obra realizada. ¡Pa descubrirse y más porque hasta Manuel Chaves, y su buena voluntad de salvar la alcaldía de Punta Umbría, ha picado esta vez! Pero que listo es este tío… Listo, listo, listo. A ver si aprenden los del PP y cuando vengan Arenas, como un corredor sin destino, le hacen unos chistes mejores que los que siempre, como un disco rayado, cuenta cuando aparece por aquí en lo que le llaman campaña electoral. Campaña, sin chistes, la de Barrero y los suyos.
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