lunes, 31 de diciembre de 2007

Llega un año bisiesto repleto de incertidumbres

Dicen los expertos en materia económica que desde hace quince años no se conocía una etapa tan cargada de incertidumbres, sin que nadie se aventure a hacer un pronóstico más allá de una semana vista y menos con el cierre de un ejercicio pendiente de cuadrar por quienes mueven las grandes finanzas que son también, a la postre, los que terminan diciendo el día a día de cada familia, de cada pequeña y mediana empresa o empresario autónomo porque en el mundo global en el que nos movemos todo termina teniendo un efecto en cadena. Y sino que se lo pregunten a los ganaderos onubenses cuando van a comprar el pienso o a los agricultores que ven aumentar el precio de las semillas por la escasez de los cereales, lo que ha propiciado la subida de la leche y hasta de los polvorones que nos hemos comido estas navidades.
Lo único que sabemos ahora mismo en nuestra provincia es que durante dos meses, hasta el día 9 de marzo, fecha prevista de las elecciones autonómicas y generales lo virtual va a sustituir la realidad más cruda por más que nos empeñemos algunos pocos en contar la verdad de la calle. La fuerza mediática que maneja el socialismo onubense es de tal magnitud, ante la actitud cada vez más desconcertante e ingenua de los populares, que el dibujo que se nos pintará de la situación de la provincia es de todo maravillas y avances extraordinarios. No sabemos todavía lo que dirán las cifras de paro en estos tres meses, diciembre, enero y febrero pero lo que se ha analizado por parte de la oposición el incremento constante que se viene arrastrando desde mayo de este año que termina pues pocas esperanzas tenemos ya de hasta cuestiones de este tipo se aborden con cierta seriedad en días de campaña electoral. Tenemos lo que tenemos y si floja es la acción de gobierno en defensa de los grandes temas de Huelva, peor aún es la llamada oposición en su papel de control.
Será pasada la cita electoral, y dependiendo de cómo queden los resultados, cuando se empezaran a tocar en profundidad, ya porque no habrá otro remedio, los grandes temas que gravitan en la provincia. Javier Barrero, como secretario general del PSOE, aparte de ningunear al PP de Pedro Rodríguez y a la IU de Diego Valderas, ya ha dicho que ellos, sin insultar a nadie, van a ir a ‘vender’ sus logros y a plantear soluciones para construir viviendas asequibles (ahora que van a bajar los precios de todas las que están por vender) y a mantener el desarrollo sostenible de la provincia, una frase muy bien acuñada pero carente de solidez en cuanto a su concreción. No sabemos si esto afectará o no a la industria actual que tenemos en la zona colindante con Huelva capital y Palos de la Frontera o se refiere a la posibilidad cierta, ante de que empiecen a bajar los precios de las materias primas, de apoyar la apertura de las minas que están tramitándose y que, en el caso de Riotinto, va para tres años desde que llegaron los primeros inversores explicando el por qué se podían abrir ahora y no antes las explotaciones mineras de la provincia. Desde luego de industria se hablará y mucho en cuanto el Ayuntamiento de Huelva, pasada las elecciones, dé a conocer oficialmente el avance del nuevo PGOU y la propuesta del equipo redactor en torno al actual asentamiento de las mismas. Esto sí que serán los grandes debates y no lo que ni siquiera anuncian como posibilidad, porque ni el mismo Pedro Rodríguez se lo ha pedido oficialmente, PP y PSOE durante la campaña electoral.
Puede ser que antes, si en Huelva respetan la palabra dada por el presidente de la Junta al alcalde de la capital, puede quedar desbloqueado el desarrollo urbanístico del ensanche sur y con ello podamos ir pensando en las dotaciones, aparte de las viviendas y centros comerciales que puedan ir, que configurarán la Huelva de este nuevo siglo y entre las que se encontrará la nueva estación del AVE, la de Calatrava, que dice Aramburu que se hundiría en la marisma, o la de otro arquitecto que el nuevo gobierno salido de las urnas del 9 de marzo quiera. Desde luego para el avance del AVE en los presupuestos del 2008 apenas si hay dinero, pero tampoco lo vemos por ningún lado para el aeropuerto de Petronila Guerrero y ésta, como presidenta de la Diputación y responsable que ha asumido su construcción, afirma y mantiene que trabaja mucho por el tema y que no piensa decir nada más por más que los periodistas le pregunten.
El turismo en la provincia, aparte de que todos den su ‘paseíto’ por FITUR para volver a charlas de los mismos temas que ya charlas en los múltiples cafeterías que rodean los centros oficiales de la capital, sigue esperando esta infraestructura como un clavo ardiendo porque hay destinos más baratos y más próximo en horas de avión para los turistas extranjeros y los nacionales, con las dificultades económicas que declaran en las encuestas, viajarán menos y se gastarán igual de lo que ya lo han hecho en el año que termina, el de las cuatro ‘p’: pipas, paseo, patatas y playas, como lo describían con sorna este verano la gente de los hoteles y restaurantes del litoral.
La sequía que padecemos, que todavía no se ha contabilizado monetariamente, tiene alerta a todo el sector agrícola y ganadero en la provincia y todo el mundo mira para el cielo con la ilusión de que el año bisiesto cambien, al menos, el signo del que se va con una subida de precios en los mercados que no ha partido, desde luego, del mundo del campo sino más bien todo lo contrario, es ahora el que empieza a padecerlo en el momento de iniciar las tareas para volver a producir. La pesca anda revuelta e insiste en que los precios del gasoil por las nubes los números no le cuadran por ningún lado.
Ya sabemos que en el año 2008 no podremos contar con la construcción tirando de la economía provincial, ni tan siquiera la del turismo residencial. Lo que no sabemos es todavía y sí a lo largo del año que comienza es los efectos que producirá este parón. Y hasta qué punto las demandas de empleo pueden tener un daño colateral en la integración de la población inmigrante que ha ayudado bastante a estos años de bonanza y consumo. Ese efecto dominó del que hablaba al principio del comentario que es lo que más aterra a todos los analistas económicos al asomarse a las hojas todavía en blanco del calendario del 2008, que por tener prisa en llegar tiene hasta adelantada la Semana Santa y con ello los carnavales –el día 11 de enero ya empiezan los concursos- y la peregrinación rociera. Es un año que viene a galope, como atropellando los acontecimientos, veloz e inquieto, presagio de muchos movimientos sobre la base de una sociedad que parecía consolidada y estable. ¿Afectará tanto vaivén también a los mismos resultados del 9 de marzo que para el socialismo de Huelva se dan por disputados y ganados?

domingo, 30 de diciembre de 2007

El año del cambio de ciclo económico

Después de la inocentada dada por el alcalde de Huelva capital, el popular Pedro Rodríguez, a más de uno con la designación este año de los Reyes Magos, toca del lado nuestro escribir del cierre de este 2007 que se nos va para mañana, lunes, adelantar el análisis de lo que nos puede deparar el ejercicio que viene. Creo que estamos inmersos en unos momentos cruciales para el bienestar de muchas familias y que este 2007 ha supuesto, en toda regla, un punto de inflexión importantísimo en el ciclo económico alcista que delataban los datos macroeconómicos y que ha sido, precisamente, los mismos ciudadanos, desde este mismo verano los que han ido dando la señal de alarma de lo que llegaba, tal y como hemos escrito en estas columnas en varias ocasiones como testimonio escrito para que los dirigentes públicos que nos gobiernan en todas las instituciones y los mismos agentes sociales, sindicatos y organizaciones empresariales, tomarán nota con tiempo suficiente a fin de que pudieran tomarse medidas con la debida antelación.
El barómetro último del Centro de Investigaciones Sociológicas ha confirmado plenamente hasta qué punto lo que hemos venido diciendo coincide con el pensamiento del ciudadano de a pie, que a través de las encuestas oficiales realizadas en todas las provincias españolas, incluida, por supuesto, la de Huelva ha situado como la primera de sus preocupaciones los problemas económicos (30,3%), seguido de la vivienda (22,7%), paro (18.8%), empleo (12,8%) y ya más atrás inseguridad ciudadana (10,7%), pensiones (7,7%) y terrorismo (5,6%). El olfato de las familias onubenses enmarca con claridad meridiana y enorme contundencia cuales deberían ser las preocupaciones e inquietudes de la clase gobernante en estos momentos. No hay ninguna duda de los problemas que quejan e inquietan a los ciudadanos y hasta qué punto existe ya conciencia en la economía familiar de que los tiempos de bonanza han terminado.
El año 2007, como lo será en el prime trimestre el 2008, ha sido un año electoral porque se celebraron las elecciones municipales. Y con un grado de abstención muy alto, que también es llamativo, los votantes volvieron a dar una confianza absoluta al PSOE para regir los destinos de la mayoría de los ayuntamientos de la provincia y dejaron para el PP el de la capital y un reducido número de municipios a su alrededor. Lejos de bajar las expectativas de votos de los socialistas, por méritos propios o desméritos de los oponentes, la ciudadanía sigue otorgándole una confianza extremadamente generosa y eso, aunque nos cueste creerlo, es una realidad incuestionable. Toca a este partido, como fuerza hegemónica en las instituciones provinciales, hacer una lectura acertada y correcta de lo que ha supuesto este 2007 y a nosotros, como analistas, dar pistas para que las reflexiones y decisiones en las acciones de gobierno sean las adecuadas. No es que estemos en ninguna verdad absoluta ni tampoco eso es lo que pretendemos a la hora de ponernos ante el ordenador cada fin de semana, todo lo contrario, lo hacemos desde la doble concepción de que podemos hacer juicios de valor ante los hechos que pueden ser equivocados pero a la vez con la obligación moral de escribir, de cara al lector, con lo que nosotros entendemos que es nuestra verdad, nuestra forma de pensar. Si nos calláramos estaríamos aceptando el pensamiento del régimen único y la ausencia de alternativas como contrapeso obligado y necesario de todo sistema democrático. Lo que nosotros entendemos como planteamientos enriquecedores, a lo mejor para los dirigentes y gobernantes socialistas son tomados como una columna más desde la trinchera del enemigo. Desde luego esa no ha sido nuestra voluntad ni nuestro objetivo porque ara eso están los que militan y ambicionan puestos de representación política en el ámbito público.El lector que nos haya seguido este año que termina, desde que el director de EL MUNDO Huelva Noticias, nos invitara a escribir en esta esquina de página para enjuiciar los días de campaña electoral de las elecciones municipales, y luego como columnista habitual los domingos y lunes de cada semana, que el dibujo de lo que terminaría siendo este 2007 que termina lo hemos ido adelantando artículo tras artículo, hasta que los propios datos macroeconómicos nos han ido dando la razón. Cuando se inicia el proclive de toda etapa, y en ello andamos, los efectos de ese cambio de ciclo no se perciben hasta que no van pasando los meses. Me quedo tan preocupado como el resto de las familias onubenses y españolas y casi situaría en la escala de temas los mismos que ellas han indicado, s bien más preocupado me deja, como columnista, la escasa capacidad, por no decir nula, reacción que he percibido de los principales interlocutores públicos de la provincia de Huelva. Se hace política de salón, artificial, de maquetas y dibujos improvisados, folletos publicitarios y fotos mediáticas de la mejor escenografía teatral, sin base sólida alguna y sin que los avances globales se perciban luego por ningún lado, porque las cifras de coyuntura económica, y comparativas con las de otras provincias, siguen reflejando las mismas carencias y deficiencias de siempre. A estas alturas no me altera el pasado, lo que 2007 nos ha dejado, sino lo que adelanta el 2008 y la visión triunfalista que en unos días el socialismo onubense nos va a vender, con un derroche propagandístico sin recato, como balance de una gestión gobernante desde los gobiernos de Andalucía y España que merecería ser enjuiciada por la ciudadanía, por su propio bien y en base a los temas que le inquietan, con mayor rigurosidad y exigencia. Los tiempos para eso.