sábado, 23 de febrero de 2008

La industria y el empleo entran en escena

Hace unas semanas me llamó la atención ver subido sobre una tarima improvisada al secretario general del PSOE, Javier Barrero, dirigiéndose a voz en grito a los trabajadores de Astilleros de Huelva tras una visita a la factoría naval onubense. Ayer, de nuevo, lo veo en las mismas instalaciones de Nilefós, la empresa que tiene presentado un cierre de su actividad, hablando con trabajadores y acompañando al mismo consejero de Empleo de la Junta, Antonio Fernández. Unos días antes, como a otros muchos candidatos, lo observé encabezar la manifestación convocada por la UGT a favor del sector industrial. Y ha culminado este sprint de identificación laboral anunciando la noche del comienzo de campaña que su partido compromete para Huelva en esta legislatura un plan industrial que garantice ese 12% del producto interior bruto que el sector deja en la provincia.
Bienvenido, por fin, señor Barrero al club de los que estábamos preocupado, y bien preocupados, ante las graves amenazas que acechan a este sector en Huelva. Le recuerdo que falta por conocer todavía, de la mano de sus compañeros gobernantes socialistas en la Dirección General de Costas, cuántos años piensan otorgar a Fertiberia para que pueda seguir vertiendo fosfoyesos en la Marisma de Mendaña, si es que le dejan cuando menos la mitad de lo que ha solicitado, para que todos podamos conocer, y en especial, los trabajadores de la industria el horizonte a unos años que le espera. Nilefós es la primera y ya deben existir muchos trabajadores de las empresas de las subcontratas padeciendo el drama del desempleo. Pero delante tenemos a Fertiberia y a Foret en cuanto el Gobierno de Rodríguez Zapatero, vía Dirección General de Costas, comunique lo que piensa hacer y honesto sería decirlo ya porque de esta forma, al menos, podríamos pedir más información y detalle de este Plan de Reindustrialización y comprometido por el PSOE para Huelva.
Aplaudo que se baje al tajo, y más cuando los momentos son difíciles, porque ya demuestra el nivel de sensibilidad ante el empleo y que lo que ello supone. Falta no quedarse ahí. Falta que el partido gobernante, el que ejerce la hegemonía política y la seguirá ejerciendo en esta provincia después del 9 de marzo, defina el modelo económico para esta provincia. El modelo real, no el idílico de una industria sostenible, agricultura ecológica, energía renovables, etc., que está muy bien para dar unos toques de modernismo, vanguardia e innovación pero que en euros contantes y sonantes aportan todavía bien poco a las grandes cifras económicas de esta provincia. Lo que los trabajadores de las tres empresas que se sienten amenazados, Nilefós, Fertiberia y Foret, quieren saber a estas alturas es cómo es y de qué se trata ese plan de reindustrialización ¿Cómo se captan las empresas, los inversores, para que se puedan generar cuando menos los empleos que vayan a destruirse en unos años? ¿Qué compromisos quedan asumidos para que estas actividades puedan ubicarse y dónde?
Como ya hemos escrito en estas páginas de EL MUNDO Huelva Noticias la realidad terminaría por colocar en esta campaña a los políticos ante la verdad del día a día en la calle, en las empresas, en las oficinas bancarias, en las notarías o en los bares. Me preocupa el nivel de sensibilidad de la opinión pública en general y me dejó sorprendido la excesiva pasividad ciudadana el pasado día 19-F en el transcurrir de la manifestación convocada por UGT y a la que acompañaba detrás un cortejo diferenciado de más de doscientas familias al borde del abismo del paro. Me dejó sensaciones extrañas. Cuidado ahora, en esta campaña, con no jugar con dramas reales porque gestos y palabras se apuntan ahora como una cuestión de sangre y honor en casa de cada trabajador afectado.

viernes, 22 de febrero de 2008

En 15 días pueden cambiar muchas cosas

Me lanza el guante el director de EL MUNDO Huelva Noticias para que, como ya ocurriera en las pasadas elecciones municipales de mayo del 2007, acompañe las informaciones puntuales de cada día en sus páginas como unas valoraciones personales a modo de ‘Diario de Campaña’. Y encantado de hacerlo tanto por venir del medio que viene como de la persona de su director en Huelva, un profesional apasionado con su trabajo que le gusta enriquecer, diferenciar y personalizar sus contenidos aportando coletillas de opinión diversas y plurales.
Anoche, siguiendo la tradición, todos acudieron a su cita para formalizar en público que a las 00.00 horas del día uno de campaña (y ojo que quedan quince más) estaban en perfecto estado de revista electoral y en exposición manifiesta ante los medios de comunicación onubenses. Encantados estamos de tener a estos políticos que le gusta esta tradición de la llamada ‘pegada de carteles’, aunque luego cada uno lo ejecutara a su manera e imaginación. A mí me parece que esta, precisamente, no va a ser una campaña de muchos carteles, o mejor dicho: una campaña en la que los carteles, con cara o no de cada candidato, que algunos están más vistos que el tebeo en esta provincia, vayan a resultar decisivos.
Me da la impresión, chequeando la calle a diario y hablando con la gente, de que a las encuestas, esta vez, le va a costar mucho trabajo predecir con cierta certeza y fiabilidad lo que vaya a ocurrir en estas elecciones. Desde luego como anden tan poco finos como la mayoría de los dirigentes socialistas, desde Rodríguez Zapatero hasta Manuel Chaves pasando por el vicepresidente económico Solbes y hasta del mismo Javier Barrero en Huelva, a la hora de detectar lo que estaba pasando en la economía doméstica van listos. Es de que desde el verano se podía apreciar lo que se nos venía encima y hasta hace unos días no han empezado a admitir, de manera expresa y adoptando ya las primeras medidas de reactivación con licitaciones de obra pública a prisa y corriendo, que estamos ante una crisis de mucha envergadura. Y que en Huelva esta crisis pasara una factura, posiblemente, bastante grande. Si los representantes de la necesaria alternativa de gobierno, en este caso del PP, fueran capaces de medir sus propuestas con las del contrario y hacerlas llegar a la opinión pública de manera que se entienda, que no es tan difícil, pues podríamos asistir a una campaña de una gran carga argumental y programática, que es lo que a buen seguro esperan muchos ciudadanos para tomar una decisión final. Pero tienen que saber llegar a la gente y no quedarse con la foto de rigor para que “aparezcamos en los periódicos”. Importa lo que se diga, no sólo que se digan cosas y se aparezca. Hay mucho voto indeciso buscando quien le dé seguridad y confianza. Más del que incluso detecta las encuestas y que sitúan en, nada más y nada menos, que un 30%. En votos puros, cerca de 90.000. Además este votante sabe bien que sus problemas principales, los que le aquejan y aprietan, sólo tiene dos opciones como posibles a nivel del Estado, o confían en el PP o confían en el PSOE. Otra cosa bien distinta es en el marco de la autonomía andaluza, que como todos contemplaremos, y más en estas elecciones, quedará totalmente ensombrecida por los grandes temas nacionales. Tal vez ese sea uno de los mayores peligros para Izquierda Unida y el escaño que decide si Diego Valderas se retira o no del primer plano de la política regional.

lunes, 18 de febrero de 2008

La mayoría absoluta de Chaves se juega en Huelva

La amplia encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas, dirigido ahora por gobernantes en la órbita socialista, daba a conocer hace unos días los resultados de cara a las elecciones del próximo 9 de marzo, información de la que los lectores han tenido ya buena cuenta porque en lo que se refiere a las cifras globales está recogido por todos los medios de comunicación. En lo que respecta a Huelva, como a era previsible, el ya estático tres diputados para el PSOE y dos para el PP en el cómputo de las legislativas nacionales sigue como algo inamovible y esta es una de las provincias que los dos grandes partidos no consideran estratégica ni decisiva en la conformación del resultado final en cuanto al número de escaños de cada formación, de ahí, además, que no tengamos muchas visitas en campaña de los principales dirigentes estatales. Sin embargo, en lo que respecta a las elecciones autonómicas la situación es bien distinta. Los socialistas, según la encuesta, mantienen la mayoría absoluta en Andalucía pero se quedan a tan sólo tres escaños de los 56 que marcan la necesidad o no tener que contar con un futuro socio de gobierno y Huelva es una de las pocas provincias donde el PSOE logra revalidar, con otros siete parlamentarios, el extraordinario resultado del 2004 donde alcanzó, nada más y nada menos, que 154.579 votos en las generales y 145.170 en las autonómicas (se dejó entre una y otra votación individual, y en el mismo día, 9409 votos en el camino que debieron salir, principalmente, de Izquierda Unida, ya que la coalición bajó 5006 votos en el recuento de los resultados para el Congreso de los Diputados). Los otros cuatro escaños de las autonómicas la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas se los adjudica al PP, que así recuperaría al menos uno con respecto a hace cuatro años cuando se acercaba a las cifras del 94 (70.995 votos y sin que todavía hubiera sido fichado Pedro Rodríguez como candidato a la alcaldía de Huelva) y se quedaba con tan sólo 78.997 votos en las autonómicas, perdiendo también en el mismo día y en las mismas mesas 5176 votos en comparación con el escrutinio de sus papeletas en el Congreso de los Diputados. En resumen que las circunstancias especiales, por el atentado del 11-M, en que se celebraron estos comicios no tuvieron en cuenta ni tan siquiera quien o quienes figuraban en las listas electorales del PP (Matías Conde iba de cabeza de cartel en el 94 y Pedro Rodríguez en el 2004).
La coalición de Izquierda Unida, a la que la encuesta asigna un 4,8% del voto decidido, que en conjunto y restando los que manifiestan abiertamente que no piensan ir a votar y el 30% de indeciso, es tan sólo de un 56% del total de electorado, se queda a las puertas de ese escaño vital primero para la formación pero también vital para Diego Valderas como político. Y vital, como decimos, para el conjunto del cómputo global porque un escaño menos en el lado socialista, cuando está a tres de perder la mayoría absoluta cómoda de la que goza ahora mismo, puede ser fundamental en la que se prevé como larga noche del domingo 9 de marzo. No hay ninguna duda, a la vista de los resultados que se han dado en las distintas elecciones, que el voto útil dentro de la izquierda juega siempre en Huelva a favor de los socialistas, salvo cuando en el año 94, con un discurso propio y diferenciado del PSOE, llegaron a contar con unos irrepetibles 33.559 votos en las autonómicas y dos años después, en las mismas autonómicas, un histórico de 39.371 votos con los mayores índices de participación de estos años, con un 75,27% del censo provincial acudiendo a las urnas. ¿Qué va a ocurrir en esta convocatoria cuando en Andalucía lo que se disputa es tan sólo si los socialistas van a o no tener que gobernar con la coalición de Izquierda, como ya ocurre, sin ir más lejos, en Cataluña? Esta disputa por el voto de la izquierda es la principal estrategia marcada por el PSOE de Huelva en esta campaña visto que del lado del PP, sin apenas estructura en los pueblos porque sesenta ayuntamientos están en manos de alcaldes socialistas y ya ellos cuidarán de sus votantes, no hay enemigo que pueda deparar sorpresa alguna. Bastante tienen ya los populares, como objetivo prioritario, recuperar al menos el voto de las elecciones del 2000 y que los situaba en el listón más alto de su trayectoria con 98,575 votos en las elecciones generales y los 92.700 (volviendo a bajar otros 5.875 votos el mismo día y con la misma cita electoral) de las autonómicas.
Por lo tanto, lo lógico y natural es que el PP vuelva a sus cifras normales que venía dando en anteriores convocatorias desde el año 96, es decir superando los 90,000 votos de media y eso le garantiza los cuatro parlamentarios para Andalucía (recuperando uno de los dos perdidos en el 2004) y que la incógnita del día 9 de marzo, como irán dando con seguridad todas las encuestas en los próximos días, es que los socialistas y los miembros de Izquierda Unida se disputen ese reñido parlamentario. En este sentido, qué papel puede jugar el nuevo panorama industrial que se ha dado en estos días resulta también una interrogante difícil de contestar todavía a tenor, además, de que ambos partidos desde la izquierda mantienen discursos muy distintos y hasta enfrentados en el plano industrial-medioambiental y ahora lo que se ha dado es un caso real, un problema vivo, candente, que hay que afrontar y que solucionar y con muchas familias afectadas contemplando el día a día y la atención de todos los medios de comunicación de la provincia marcada como prioritaria en su quehacer informativo. Tendrá que afinar muchos Diego Valderas y los suyos las acciones de aquí hasta el mismo día de la cita electoral y buscar que su electorado, que está en zonas muy concretas de la capital y en algunos pueblos de la provincia, se mantenga fiel y no caiga en la seducción con trampa de los socialistas reclamando que el voto de la izquierda se concentre de nuevo en torno a sus siglas. En las elecciones municipales, y en el caso concreto de la capital, Pedro Jiménez consiguió con su campaña mantener y aumentar el electorado de IU, con lo que queda patente que se puede volver a lograr si se saben hacer las cosas bien y con argumentos claros y poniendo de manifiesto los errores que comete el PSOE y las promesas incumplidas que se han hecho y que nunca llegan a este Huelva que se comporta tan generosamente con ellos siendo de las provincias que porcentualmente más alto les vota en comparación con las del resto de España.

domingo, 17 de febrero de 2008

Manifestación 19-F: inoportuna pero ahora necesaria

“Donde dije digo, digo diego”. No hay como echar mano del refranero para actualizar lo escrito en la columna del pasado lunes en esta misma página de EL MUNDO Huelva Noticias con ocasión de la manifestación convocada por el sindicato socialista UGT para este 19 de febrero en apoyo a las familias de la industria de Huelva. Consideraba en ese día que la fecha elegida era totalmente inoportuna y que, posiblemente, podría ser hasta innecesaria porque no existía en el horizonte próximo un problema de inseguridad jurídica que pudiera poner en riesgo su actividad, en especial a las empresas instaladas en la Avenida de Federico Montenegro y que el problema surgido con la sentencia dictada a favor de la Dirección General de Costas y en contra de Fertiberia para que pueda seguir vertiendo los fosfoyesos en la Marisma de Mendaña, como viene haciendo desde hace años, tiene solución en el campo de juego de los gobernantes socialistas que dirigen por el momento –ya veremos sí también después de las elecciones del 9 de marzo- las dos administraciones, Central Autonómica, que resultan competentes en cuanto al plazo final que se le otorgara a esta empresa para que pueda reconducir su fabricación actual en la planta de Huelva. Además, la fecha elegida para la manifestación, en plena campaña electoral, y cuando existen serias discrepancias con la otra central sindical, CCOO, no favorecía un punto de encuentro en algo tan trascendental para esta provincia, y más con el sombrío panorama económico que ya todos padecemos, como es el futuro del sector industrial, no sólo ya el que pueda estar ubicado en la Punta del Sebo sino al de toda la provincia y en sus más diversas facetas.
Cuando escribía este planteamiento no contaba con más datos objetivos que los conocidos por todas las partes. En cuestión de horas, la presentación por parte de los nuevos propietarios extranjeros de Nilefos (la antigua Rhodia), ante la Delegación de la Consejería de Empleo dependiente de la Junta de Andalucía, de un expediente de extinción del cien por cien de los contratos por el cese de su actividad productiva en Huelva ha hecho moverse muchos pronunciamientos en relación con la convocatoria efectuada por UGT para este 19 de febrero. Y también, por supuesto, el ya escrito por nuestra parte. Sigo considerando que la manifestación es inoportuna por la forma en que se ha llevado pero que dada la circunstancia dada se hace ahora más que nunca absolutamente necesaria. Obligación de la central sindical socialista y de sus dirigentes es hacer de esta manifestación una referencia de consensos generales y no un arma arrojadiza a utilizar, ante la gravedad de un cierre empresarial de esta magnitud en la provincia de Huelva, para que en el mismo seno de la manifestación puedan darse situaciones divergentes y hasta enfrentadas. La propia Asociación de Industrias Químicas y Básicas (deberían ya de incluir también el concepto de energéticas por el perfil de algunas de las nuevas empresas que se han integrado últimamente en la misma) se ha sumado a esta manifestación y eso que quien plantea este cierre inesperado de una actividad productiva, hace tan sólo una semana, es un miembro de la misma, lo cual en cierta forma no deja de ser en si mismo un contrasentido. Explicable en un contexto general pero en el fondo y si analizáramos sólo el caso de Nilefos de una contradicción manifiesta.
Por ello considero que seria muy sensato, aunque difícil desde la circunstancia de los trabajadores afectados de una manera directa, separar en esta manifestación del 19 de febrero la situación planteada por la propiedad de Nilefos, que tiene un cauce de momento administrativo que habrán de lidiar los responsables de la Consejería de Trabajo de la Junta de Andalucía (y experiencia reciente tuvieron ya en la provincia de Cádiz con el cierre de otra empresa propiedad de una multinacional), con la defensa global de todo el sector industrial, slogan principal y primitivo de la convocatoria hecha por la UGT. Es más, en pro de lo que hay en juego, la central sindical de CCOO debería de replantearse incluso su no asistencia ya manifestada y conocida por mantener serias discrepancias con UGT por las formas en la que se ha llevado esta iniciativa. Una voz unánime de todos los interlocutores sociales, y sin que se utilice este tema como arma arrojadiza ni entre partido ni entre los propios sindicatos, sería el mayor éxito de esta convocatoria. Ya tenemos ante nosotros un caso concreto y real de lo que puede suponer el cierre de empresas en la Avenida Federico Montenegro, pero el caso es también aplicable si se diera, y con este volumen, en otra cualquier ubicación industrial o empresarial de la provincia de Huelva. El momento económico es muy delicado, para el Gobierno de España que manejan José Luís Rodríguez Zapatero y Solbes, un simple bache; para otros muchos observadores, entre los que me incluyo, una coyuntura grave que costará sudores y lágrimas remontar si además no se acompañan con decisiones acertadas e inmediata desde la acción de los distintos gobiernos, tanto estatal como autonómico. El mantenimiento de los puestos de trabajo ya existentes debe ser un objetivo prioritario por parte de cualquier político que tenga una mínima responsabilidad social y para ello, como vengo diciendo desde hace meses, nos hace mucha falta una clase política con mayor peso en los centros de decisión que es donde se deciden las grandes inversiones y las actuaciones de localización de nuevas empresas, además de la influencia necesaria para que expedientes como éste de Nilefos se lleve con la atención, conocimiento y concentración que los más de 500 puestos de trabajo que peligran merecen. Los buenos navegantes saben que cuando te coge la tormenta, dosis de serenidad, sensatez y racionalidad son las mejores compañías y las que muchas veces te sacan a flote cuando el horizonte pinta negro. Esperemos que sea así.