lunes, 1 de octubre de 2007

IU se agarra electoralmente a la Mesa de la Ría

Desde la perspectiva que ofrece ya el largo tiempo transcurrido desde que se inició, a instancias del Colegio de Arquitectos, el movimiento social denominado ‘Mesa de la ría’ ya puede decirse quien ha sabido sacar el mayor rédito de lo que suponía una plataforma aparentemente ciudadana, aunque es verdad que con la presencia desde los primeros momentos de las dos formaciones con menos peso electoral en Huelva capital, el Partido Andalucista y la coalición de Izquierda Unida. Ha sido esta última la mayor beneficiada, a juzgar por los resultados obtenidos en las pasadas municipales, de todo lo que haya podido generar y mover socialmente la ‘Mesa de la ría’ y esta valoración es la que da lugar a una estrategia ya concebida y estructurada de tomar un mayor control en la misma y basar una gran parte de su discurso político en torno a los temas medioambientales de la capital, en especial lo se refiere a las industrias asentadas en la Avenida de Federico Montenegro ya que todavía no le hemos visto ni escuchado ninguna declaración en torno al daño que pueda provocar la obra del ‘tripuente’ en el paraje protegido Marismas del Odiel. Como tampoco tenemos muchas noticias, con las ganas que ha tenido últimamente de salir en prensa, de los Verdes del ‘Guito’ y compañía en lo referente a este mismo tema, cuando a buen seguro con su posición se van a jugar la escasa credibilidad que le pueda quedar a este movimiento político en el mundo de los ecologistas de verdad y no, como han hecho hasta ahora, de mera comparsa socialista para aferrarse en la Consejería de Medio Ambiente a algunos despachos oficiales y a las subvenciones que hagan posible su subsistencia.
La coalición de Izquierda Unida tiene por delante, ante la convocatoria de las elecciones autonómicas y generales, recuperar cuanto menos el escaño andaluz que perdieron en el 2004 a manos de los socialistas y que dejaron a su líder regional, el onubense Diego Valderas sin poder sentarse en el Parlamento andaluz (donde en tiempo de la pinza con el PP llegó a sentarse en el sillón de presidente) con el consiguiente descrédito ente sus propios compañeros dado el escaso respaldo que pudo obtener en su propia provincia mientras que los andalucistas, con Miguel Romero a la cabeza, sí eran capaz de aguantar la avalancha socialista y hacerse hasta con relativa facilidad con el escaño. Este fracaso de la coalición y más en concreto de Diego Valderas se ha logrado superar con el aparente éxito de las últimas elecciones municipales al obtenerse en la capital un segundo concejal, que de haber mejorado el PSOE con Manuela Parralo sus registros pudiera haber sido decisivo para dejar al PP de Pedro Rodríguez sin mayoría absoluta y sin alcaldía, como es natural. Todo este aparente éxito se debió a un incremento de unos 700 votos sobre la media que venía alcanzando la coalición, votos que el cómputo global y dada la escasa participación valieron por mucho más del doble y en el reparto final de concejales ese aumento que se ha vendido como un inmenso logro de Pedro Jiménez y de su equipo. El análisis que parece hacerse de puertas para dentro, y que también hacemos muchos de puertas para fuera, es que este partido, sin duda, fue el único y mejor beneficiado de su posición en la ‘Mesa de la ría’, mientras que los andalucistas, por méritos propios, caían en picado hasta registros electorales míseros jamás conocido en la capital y sin que le valiera nada sus apariciones junto a la plataforma ciudadana antes comentada. Lo mismo le pasó a los Verdes del ‘Guito’ que no pasaron, tal vez porque en Huelva todos nos conocemos, de lo que ya venían obteniendo en elecciones anteriores.
En base a estos razonamientos políticos, todo cuanto hace y dice en los últimos meses la coalición de Izquierda Unida en la capital se mueve en torno al mismo tema: futuro de la avenida Federico Montenegro, un discurso al que los miembros de la empresa que redactan el avance del futuro Plan General de Ordenación Urbana parecen darle ala, como si formaran parte del mismo conjunto musical de Izquierda Unida, anunciando en reuniones de toma de contactos con colectivos de la ciudad una presumible fecha de la actividad industrial en la zona antes de que el mismo equipo de gobierno del PP haya todavía analizado y estudiado la orientación final que quiera proponer en el futuro urbanístico de la capital. Todos los grupos políticos son conscientes de las enormes aristas que contiene este debate social, económico y ciudadano, de ahí las cautelas de los mismos socialistas y el tiempo que en su toma de decisiones se dan los populares (hoy se agota el plazo del recurso o no a la sentencia de Endesa y todavía ayer no se conocía oficialmente el camino a tomar por parte del Ayuntamiento de Huelva a través de la Gerencia de Urbanismo). La coalición de Izquierda Unida, a sabiendas de que cualquier toma de postura radical afectará, en primer lugar, a cientos de trabajadores ha tomado la decisión de estar en el centro del conflicto, tal vez porque su posición es muy cómoda al no tener que adoptar, por no estar en posición de gobierno en ninguna de las administraciones afectadas, ningún acuerdo que le comprometa. Lidiar la parte social, la salida laboral a estos cientos de trabajadores, parece que es una pelota que dejan para sus compañeros de Comisiones Obreras y de ahí las posiciones extrañas que a veces se le escucha en temas tan candentes como ya hemos visto con el asunto de Fertiberia.
La estrategia, pues, de apoderarse del movimiento de la ‘Mesa de la ría’ por parte de Izquierda Unida politiza de una manera ya definitiva lo que en un principio se presentó como un movimiento meramente ciudadano. No le va a faltar recursos económicos ni ayudar a cualquier movilización porque ya forma parte de la misma estrategia electoral que haya planificado la coalición de cara a los próximos meses. Faltan varios miles de votos para asegurarse ese escaño en el Parlamento andaluz y esos tienen que salir en gran parte de Huelva capital y en ese objetivo todo cuanto se pueda agitar y movilizar sobre la recuperación de la Punta del Sebo pues mejor que mejor. Desde el punto de vista político es legítimo y nada que objetar, desde el punto de vista de los que auparon e impulsaron la ‘Mesa de la ría’ no deja de ser un exponente más de la falta de personalidad y de criterios exhibida para que todo cuanto han hecho se quede reducido ahora a ir de mera comparsa electoral de la coalición de Izquierda Unida en su necesidad imperiosa de recuperar el escaño andaluz perdido en Huelva. Que de volverse a repetirse podría terminar con el mando de Diego Valderas.

domingo, 30 de septiembre de 2007

¿Tan poca fuerza tiene Javier Barrero ante el Gobierno?

Por más veces que leo en los medios de comunicación las noticias aparecidas en esta semana sobre las partidas presupuestarias destinadas a Huelva en el año 2008 menos me creo que una cosa tan mísera como raquítica pueda ser verdad. Pensé que era un error en un principio pero luego de ver la cara con la que los agentes sociales, empresarios y sindicatos, miraban a los dirigentes socialistas en la reunión mantenida este pasado viernes para explicarlo pues llegué a la conclusión de que sí, que es verdad que nos vuelven a tomar el pelo en el Gobierno Central, en el ‘Gobierno de España’, y esta vez con alevosía y premeditación. Ya escribí hace unas semanas que por el reparto que al final se hiciera de fondos públicos para inversiones en las distintas provincias íbamos a conocer el poder real del socialismo onubense en Madrid, que estaba muy bien que a Javier Barrero lo hayan sentado en la Mesa del Congreso de los Diputados, con coche oficial y obras prebendas protocolarias, pero que en Huelva lo que necesitábamos eran inversiones en dos infraestructuras consideradas vitales, desde hace años, para el desarrollo provincial, la autovía Huelva-Extremadura que supone el desdoble de la actual N-431 y el trazado completo del tren de alta velocidad, con estación nueva incluida, hasta la capital. Lea Javier Barrero en ese artículo el máximo esfuerzo para lograr que aparecieran partidas importantes en el año 2008, cuarto año ya de Gobierno socialista, porque entre oras muchas razones la provincia de Huelva es sumamente generosa en el apoyo electoral al PSOE y ya va siendo hora que éste le corresponda con la misma generosidad en inversiones tantas veces demandadas. Después de lo visto, que en un principio no me creía que ya veo que sí, que es verdad, hay que ir pensando que Javier Barrero, en su doble misión de diputado nacional y secretario general del PSOE de Huelva, manda muy poco en Madrid, ante los ministros y los compañeros que dirigen el partido a nivel nacional. Y como yo, me imagino, lo empezaran a pensar otros muchos dirigentes socialistas que durante años han hecho bandera, cuando gobernaba el PP, de lo mucho que ellos iban a hacer cuando llegaran al Gobierno por el bien de Huelva, discurso que se le ha venido debajo de la noche a la mañana con partidas tan absurdas como esos 65.000 euros que se destinan al futuro desdoble de la Nacional 431 y el 1,2 millones de euros para el trazado del tren de alta velocidad entre Huelva y Sevilla. pedía

Yo creo que visto lo visto, los dirigentes populares que todavía están sentados en el Congreso de los Diputados y en el Senado deberían de pedir una reunión con la representación parlamentaria para ofrecerle su ayuda y convenir una enmienda conjunta para modificar estas partidas. (Si trabajaran algo el tema, los diputados populares, apareciendo más veces por Huelva uno de ellos y mostrando más interés por los temas el otro, podrían hasta tener hecha la próxima campaña electoral nacional y autonómicas; bastaría con explicar durante los próximos meses bien este maltrato socialista con la provincia). Los actuales alcaldes de la Cuenca Minera y de la Sierra, casi todos ellos del PSOE, que durante los años de gobierno del PP, promovieron plataformas reivindicativas y organizaron movilizaciones ciudadanas deberían ahora, por pura coherencia y dignidad política, repetir las mismas acciones que antes con tanta fluidez como insistencia mediática se hicieron como un argumento más de desgaste ante la opinión pública de las políticas presupuestarias para Huelva que hacía el PP desde el Gobierno. Habría que elevar mociones a los plenos municipales en los mismos términos y exigencias que se le hacían a los populares y los alcaldes y concejales de este partido, junto al de resto de formaciones políticas, hacer lo mismo. Y en el capital, el alcalde debería convocar a la candidata socialista a la alcaldía para que ésta le firme una moción conjunta en el Pleno reclamando en los presupuestos mayores partidas de dinero para ejecutar el trazado de la línea de alta velocidad, tal y como más o menos vino a decir el mismo presidente de Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, en un mitin protagonizado en la pasada primavera en Huelva, en apoyo de todos los candidatos municipales socialistas de la provincia. Puede que todo, al final, no sirva de nada porque entre lo que se ha llevado Cataluña y en Andalucía las provincias que llevan ministros en la cabecera de la lista, léase Málaga, será difícil sacar más euros que las limosnas que nos han vuelto a dar, más casi como ofensa que por justificar un mínimo interés de gobierno en las inquietudes onubenses.

Y una última cosa, de cara a que todos por lo menos sepamos el por qué de las partidas presupuestarias con mayor volumen que aparece, en especial las dedicadas a infraestructura hidráulica. La presa de Alcolea, a la que se destinan la mayor dotación de los 195 millones de euros que en total vienen a Huelva, es una obra que esta cofinanciada y que en el futuro quedara pagada con los cánones del agua que Hidroguadiana ha firmado con las comunidades de regantes. Es, por lo tanto, una inversión con retorno y así debería explicarse a la opinión pública y a los mismos agentes sociales. Como debería desenmascararse por la oposición política ese titular periodístico de los dirigentes socialistas vendiendo que se eleva en un 30% las inversiones con respeto al año anterior, cuando el 30% de subida de nada, de otra limosna, no deja de ser otra tomadura de pelo ante la ciudadanía. No esperaba del PSOE y menos de Javier Barrero, que con los apoyos que tiene y cuenta en Huelva, pudiera presentarse con los presupuestos del año 2008 tan vacío de dineros para el desarrollo de la provincia. Una de dos, o no manda nada en Madrid o es que no sabe muy bien defender en los ministerios, de despacho en despacho, lo que interesa en esta provincia. Decepcionante, muy pero que muy decepcionante. Javier, esperaba mucho más de ti y de tu poder en Madrid.