lunes, 10 de septiembre de 2007

La Diputación, en deuda con la capital

Dos fueron los ejes principales que los medios de comunicación destacaron del discurso de Petronila Guerrero el día de su toma de posesión como nueva presidenta de la Diputación Provincial: la ‘sorprendente’ y ‘peregrina’ idea de echar a la Universidad del edificio de La Merced (debate que se cortó en seco, como era de esperar, en cuanto el rector dejó claro que se cumplirían al cien por cien el convenio existente y que el edificio seguirá siendo universitario por muchos años) y la petición al Ayuntamiento de Huelva de compartir, como también está escrito, el uso del Gran Teatro, lugar monumental y único para el desarrollo de las actividades escénicas y musicales en la capital. Si, como henos dicho, la primera petición nos pareció hasta desleal con la Universidad y que de haberla hecho un gobernante popular hubiera tenido una durísima contestación desde casi todos los grupos políticos, en especial el PSOE (algo que como prueba fidedigna del estado de parálisis total que sufre la oposición política en la provincia no ha ocurrido contra la dirigente socialista), la segunda propuesta, de entrada, parecía razonable y positiva en esa lealtad y colaboración institucional que debe darse entre Diputación de Huelva y el Ayuntamiento capitalino.A partir de aquí se ha producido un primer encuentro, casi protocolario, entre los dos máximos rectores de ambos organismos, Petronila Guerrero y Pedro Rodríguez, y con posterioridad una carta formal de la primera reclamando la constitución de una comisión paritaria para abordar el uso conjunto del edificio de Gran Teatro, propuesta inicial que no ha encontrado una oposición cerrada en el Ayuntamiento de Huelva, quien sólo ha recordado, y con mucha razón, que habrá que compensar antes los doce años que lleva aguantando en solitario el sostenimiento, mantenimiento, mejora y rehabilitación de este espacio público sin que desde la Diputación se le haya preguntado a cuánto sale el reparto de estos gastos que por convenio se deberían asumido a dúo y que ahora, para ser justo, tendrán que cuantificarse y abonarse para compensar la política de abandono renuncia ejercida por los responsables del organismo provincial.Si se cierran, con justicia y equidad, como hemos comentado, estas cuentas pendientes habría que valorar de positiva e interesante esta segunda propuesta de la nueva presidenta de la Diputación en su discurso porque no parece lógico ni de recibo que el organismo provincial, con cuantiosos presupuestos para el desarrollo de actividades culturales, haya excluido de este reparto a la capital durante tantos años. La Corporación Provincial representa, gestiona y emplea fondos públicos con destino a todos los municipios de la provincia y el de la capital es uno más de ellos hasta representar casi al 30% de la población. Por equidad proporcional le corresponde también recibir del organismo provincial servicios y contraprestaciones, entre ellas, como una más, parte del presupuesto destinado a actividades culturales. Lo que no es lógico ni leal es que durante doce años haya hecho ‘mutis’ por el foro, desligándose de la gestión compartida del Gran Teatro y de la promoción de actividades en su seno. Porque lo único que ha cambiado en estos doce años con respecto a la etapa anterior, de cogestión, es los rectores que gobiernan una y otra institución, que antes eran ambos del PSOE y en estos doce años han sido del PP y del PSOE. El criterio partidista en el destino de los fondos públicos no puede ser el principal argumento del bueno gobierno en una institución pública y de eso podríamos hablar largo y tendido, siendo éste del Gran Teatro sólo un botón de muestra más de las caprichosas decisiones que se adoptan en el reparto del presupuesto del organismo provincial. Petronila Guerrero ha dicho que va a visitar los 79 municipios de la provincia y es también una buena idea, salvo que ahora en sesenta, los gobernados por los socialistas, apenas si escuchará reproches del modo en que han sido tratados algunos pueblos en estos últimos años por la única razón de estar gobernando por un partido distinto del que lo hacía en la Diputación Provincial. Si el mapa político provincial se hubiera mantenido en iguales términos que en las elecciones municipales del 2003 pues otro gallo cantaría y los alcaldes que han aguantado las injusticias del organismo provincial le iban a decir a Petronila Guerrero muchas verdades.Este momento, de diálogo entre Diputación y ayuntamiento capitalino, debería ser también aprovechado por el propio alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, para echar cuenta sobre los recursos provinciales que son destinados a su municipio, que como uno más forma parte de la provincia y como tal debe recibir en el mismo grado de igualdad que los demás porque todos sus ciudadanos son también ciudadanos de la provincia y pagadores de los impuestos públicos que luego administra el organismo provincial. ¿Qué inversiones ha hecho la Diputación en la capital en los últimos doce años? ¿Qué actividades culturales, sociales, deportivas, etc. ha promovido? ¿Qué beneficios ha recibido la capital de la gestión socialista? En el Gran Teatro, la petición de Petronila Guerrero, sólo ha hecho recordar a muchos, incluido a lo mejor al propio alcalde, que por eso se ha prestado veloz a acudir a la cita protocolaria, que la Diputación Provincial tiene la obligación legal y la obligación pública de destinar recursos para la capital, no es de recibo esta dejadez en doce años de un edificio que se concibió desde la cogestión de las dos instituciones públicas por el simple motivo de que el Ayuntamiento de Huelva cambió de gobierno municipal por decisión libre de los ciudadanos. Esperemos que empiecen a verse unos nuevos tiempos de colaboración real y sincera entre administraciones porque todos los ciudadanos son iguales en todos los municipios de la provincia, gobierne quien los gobiernen, y estamos hartos y cansados de vivir una etapa de sectarismo, marginaciones y diferencias partidistas impropia de un sistema democrático y constitucional, que ha dado ya síntomas de cansancio y hastío con importantes descensos en la participación electoral en las últimas consultas convocadas. Los políticos, en general, tienen que recuperar mucho crédito perdido y eso empieza por ejercer sin tapujos como auténticos gobernantes públicos y no partidistas.

domingo, 9 de septiembre de 2007

Una acertada combinación AVE y aeropuerto

Ya comenté en un anterior artículo que me había llamado la atención el avance que se percibe desde el mismo AVE, de viaje a Madrid o vuelta, del futuro aeropuerto de Ciudad Real, proyecto que ha sido promovido por la acción conjunta de la iniciativa privada y de la pública de la Comunidad de Castilla-La Mancha. Algo parecido al que se pretende en Huelva, con la coincidencia, además, de que empresas que trabajaron en sus inicios para esta importante infraestructura manchega lo hacen ahora para la sociedad constituida por la Diputación de Huelva y la Cámara de Comercio para sacar adelante el proyecto en la provincia onubense. En esta semana, de viaje nuevamente a Madrid, me ha llamado la atención la proximidad de la terminal de pasajeros a las vías del AVE y ello debe llevar implícito en un inmediato futuro la construcción de una terminal ex profesa del tren para conectar el aeropuerto de manera directa con Madrid y otras capitales, lo cual, sin duda, da un enorme atractivo a este conexión aérea y ferroviaria que coloca a los pasajeros que lleguen por avión en poco más de media hora del centro de la capital de España. Analizando la coincidencia también compruebo que las nuevas vías que se han construido del AVE entre Sevilla y Cádiz, infraestructura ya muy avanzada y casi a punto de finalizarse en el tramo Jerez-Cádiz también pasa a escasos metros de la terminal del aeropuerto jerezano y me imagino que ello conllevará, igualmente, en un paso siguiente la construcción de una terminal de pasajeros para el tren.
En Huelva, a estas alturas, no estamos tan bien situados como en las provincias de Cádiz y Ciudad Real, donde hablamos de realidades, pero sí es cierto que en estos momentos se está decidiendo la ubicación del futuro aeropuerto –la presidenta de la Diputación ha dicho en una entrevista reciente que en tres meses habrá noticias concretas- y está en fase de proyecto o de estudio de impacto medioambiental el trazado de la línea de alta velocidad entre Huelva y Sevilla, así como la construcción de la nueva estación en la capital, en los terrenos próximos al barrio del Matadero, ya lindando con lo que será el proyecto urbanístico del Ensanche. No se sabe ni nada se comenta si las administraciones que impulsan ambas infraestructuras, la Central, Ministerio de Fomento, y Diputación Provincial, se han sentado a hablar de cómo complementar ambas terminales y vías de comunicación. Desde luego no me encaja mucho cuando se da casi por hecho que el futuro aeropuerto vaya en los términos de Lepe o Gibraleón porque el trazado de la línea férrea no va ni por asomo por esos términos sino que desde Niebla cruza San Juan del Puerto para entrar en Huelva capital. De ser cierto lo de Lepe o Gibraleón estaríamos desaprovechando ambas terminales y generando un problema grave de conexión entre ambas que ahora mismo, cuando estamos en fase de proyecto, podría resolverse con enorme facilidad. Colocar una terminal de aeropuerto en Huelva a media hora de conexión de alta velocidad con Sevilla capital daría un mayor valor al proyecto onubense que puede incidir, incluso, en su propia rentabilidad futura. Por lo tanto, ahora que estamos a tiempo, hay que sopesar mucho lo que se hace y contemplar todas las posibilidades de complementariedad entre ambas obras.
Desde luego si ambas terminales se quieren unir o aproximar para que los pasajeros estén a tiro de piedras de ambas conexiones algo se tiene que cambiar en el trazado previsto de la línea férrea o los que proyectan la ubicación futura del aeropuerto se lo tienen que llevar hacia el triángulo que conforman Niebla, San Juan del Puerto y Trigueros, muy cerca, además de la autovía Sevilla-Huelva-Ayamonte. A lo mejor esto se carga algunas inversiones millonarias que algunos han hecho para hacerse con terrenos en los términos de Gibraleón y que en algunos círculos se comentó como el principal motivo de la moción de censura contra los dirigentes del PP. Se ha rumoreado que algunos propietarios recibieron cantidades astronómicas por terrenos rústicos y de secano, pero como digo son rumores y luego nadie confirma la veracidad de estas leyendas que circulan. Al final, cuando se conozca la ubicación y los propietarios de los terrenos y quien han comprado al lado, sabremos cuanto de cierto había en estas cosas. No me creo nada de nada y estoy convencido de que desde la Diputación y desde la misma Cámara de Comercio, como promotores del aeropuerto, se tiene también que está pensando en la forma de conectar el mismo con la línea de alta velocidad y esto se logrará, con una terminal específica incluida, si ambos proyectos están próximos. Como he visto en Ciudad Real y como ha se ha hecho en Jerez de la Frontera. Estas cuestiones que comento parecen simplezas de un artículo dominguero de un periodista más pero luego cuando pasa el tiempo, decisiones mal planteadas, como se hizo en su día ubicando las fábricas en la Avenida Montenegro porque no estaba construido el puente sobre el Tinto, pues terminan por pasar factura. En los años 60 había prisas por hacer un desarrollo y se tenía que coger las inversiones a prisa y corriendo, ahora no vamos tan de prisa –más quisiéramos- los gobernantes tienen tiempo de reflexionar y ver los pro y los contra, sin presiones de inversores amigos que tienen diseñado ya el negocio que se pueda generar en torno al futuro aeropuerto de Huelva. Te esperamos Petronila dentro de los tres meses que te has dado para saber si con tu llegada también algo empieza a cambiar en la Diputación de Huelva, que no sean sólo y exclusivamente la red de asesores y de medios amigos.