El comercio de Huelva no ha esperado a las rebajas de enero que comienzan la semana que entra para colocar carteles con reducciones de hasta el 50% en su mercadería. Basta darse una vuelta por las calles céntricas de la capital y de muchos pueblos de la provincia para darse cuenta de que los Reyes Magos de este año bisiesto venían un poco corto de euros para llevar a casa los clásicos y anhelados regalos de la fecha. Curiosamente, el mismo café que el año pasado estaba por el euro –que no por los 0,80 céntimos en que los toma, al parecer, el presidente del Gobierno- me lo encontré subido ayer a 1,10%, que es, ni más ni menos, que un 10% de golpe y porrazo. Y eso que la inflación anual con la que cerramos diciembre parece ser, en principio, de un 4,3%. Que ya es tela y con el mayor incremento anual desde el año 1995. Pues nada, los productos básicos, café, pan, lecha, etc., nos van a dar, posiblemente, otro sobresalto en el IPC de enero como ya lo vienen dando los mismos datos del paro, en línea con lo que desde hace meses anunciábamos por pura lógica del proceso de ralentización, parón o recesión económica en la que estamos entrando.
Esperamos que en los próximos días o semanas, aunque la Federación Onubense de Empresarios había elegido como tema central de su IV Congreso Provincial de Empresarios 30 aniversario, a celebrar a mediados de enero, ‘Los empresarios ante la Globalización’, empiecen a surgir voces reflexivas y constructivas abordando la repercusión del momento económico en esta provincia porque sigo observando excesivamente pasiva y acomodadas a los principales interlocutores sociales y empresariales pese a los pésimos datos que se van conociendo, el último el incremento de más de un 7% por ciento en el número de desempleados reconocidos en el cierre del ejercicio 2007 con respecto a las mismas cifras del 2006. Con un agravante que delata fielmente la inflexión económica, que el paro mantiene una subida constante desde el mes de mayo del año pasado sin ningún signo de reactivación cíclica como pudieran ser por los meses de verano ante la demanda de trabajo en el sector servicio.
Ya habíamos comentado que éste pudiera ser el tema central de la futura campaña electoral pero después de contemplar que el candidato popular a la Junta, Javier Arenas, en su últimas visita, mantiene como prioridad cuestiones tan generales como la carretera Huelva-Cádiz, que sí, que será muy querida, pero que no es lo ahora mismo más preocupa a miles e familias onubenses, estamos perdiendo la esperanza de que el PP y sus dirigentes sepan centrar el debate de estas elecciones sobre las cuestiones de mayor interés ciudadano. Es más, la candidata Fátima Báñez, que tiene asignada ya ser cabeza de cartel en la lista al Congreso de los Diputados, todavía no ha hecho pronunciamiento alguno ante los pésimos datos económicos que de la provincia de Huelva se han ido ofreciendo en estos últimos meses.
Con oposición tan floja no es de extrañar que los socialistas mantengan la tranquilidad que trasmiten y que las encuestas que se van conociendo sigan ofreciendo las mismas diferencias electorales tan abismales entre ambos partidos. Al PSOE le basta con mover su enorme telaraña de intereses que durante años ha ido fabricando desde las instituciones públicas, desde las últimas elecciones municipales con un mapa provincial casi hegemónico, para dibujar esa Huelva virtual que termina convenciendo a su electorado. La realidad, y creo que es palpable en la calle estos días, es otra muy distinta porque los Reyes Magos hasta han venido este año cortito, cortito, de euros en sus camellos pero si esta realidad no se explica profundizando con razonamientos, argumentos y encuentros con los diversos colectivos sociales, que debería ser ahora la prioridad de los populares, lo que queda es la imagen en positivo que proyectan los dirigentes socialistas a través de su consolidada red mediática y propagandística.
Me preguntan algunos amigos si de verdad la economía puede ser un factor importante en las elecciones de este inminente 9 de marzo. Creo que sí porque las familias han sido las primeras en tomar medidas, ante que las constructoras empezaran a bajar en bolsa y los bancos cerraran los grifos. Sin embargo aún es pronto para medir este efecto porque hay una enorme coincidencia en muchos analistas de que lo peor todavía está por llegar y en el caso de Huelva estos males son difíciles de valorar porque la industria, si la dejan tranquila, y la misma minería, si la dejan arrancar, pueden actuar de amortiguadores del descenso de otros servicios. Los mismos Astilleros de Huelva son hoy, y deberían ser cuidados con máximo esmero por las autoridades autonómicas, un filón en el mantenimiento de muchos puestos de trabajo. El efecto electoral de la visión global que los mismos medios de comunicación van a ir ofreciendo en estos dos próximos meses del parón económico tienen que venir inducido por la acción política entre los que quieren ser gobernando, y ofreciendo una perspectiva ficticia, y los que aspiran a gobernar, que deberían trabajar y bajar mucho más a pie de calle para explicar sus medidas y sus propuestas. Pocas oportunidades como ésta van a tener los populares de conjugar su acción de gobierno durante ocho de bonanza económica con la situación en que dejan al cerrar la legislatura los socialistas la economía española y sino mejoran resultados en la provincia ahora es que, lamentablemente, no lo lograrán nunca hasta que entre sus filas surja un Obama a lo americano. Y eso tendría que venir después de una profunda crisis interna en la forma de concebir y actuar de este partido tanto en España, Andalucía y Huelva. En fin, un cuento de hadas que me dejaron los Reyes Magos para no perder la inocencia del niño que todos llevamos dentro.