Si decepcionantes, podríamos hasta decir ‘de insulto’, fueron las partidas inversoras incluidas en los Presupuestos Generales del Estado para el 2008 en la provincia de Huelva, gratificantes han resultado ser, en apariencia, las presentadas por Isaías Pérez Saldaña, único consejero onubense que se siente en el Consejo de Gobierno, junto a Manuel Chaves, como inversiones previstas por la Junta de Andalucía en el próximo ejercicio. Por supuesto que habrá que desmenuzar las cuentas que con bastante publicidad mediática se han presentado y también, como ha denunciando el PP, ver cuántos euros de años anteriores, también presupuestados, no se han gastado todavía, pero la primera impresión es, como decíamos al principio, muchísimo mejor que lo presentado por Javier Barrero en su doble condición de cabeza de lista del PSOE al Congreso de los Diputados y secretario provincial de los socialistas onubenses.
La Junta parece acertar más en las previsiones de inversiones, tal vez porque esté más cerca de los problemas y porque hay un consejero por la provincia sentado en el Consejo de Gobierno que expone mejor la realidad provincial, y el Estado, el Gobierno de España que le llama Zapatero, pues anda muy despistado sobre las necesidades y hasta las promesas hechas por sus propios dirigentes en la provincia durante años, en especial en lo que se refiere a la Nacional 431 y la red ferroviaria de alta velocidad. Hablando coloquialmente y hasta futbolísticamente, Isaías Pérez Saldaña y su equipo autonómico (parlamentarios y cargos públicos de la Junta) ganan por goleada a Javier Barrero y su equipo de congresistas y senadores, amén de cargos de la Administración Central, si es que no logran –algo que espero y confío- enmendar en justicia esas dos partidas tan pobretonas como ridículas en la tramitación parlamentaria de los presupuestos.
La Junta de Andalucía, por ejemplo, escuchando curiosamente un planteamiento hecho por el que fuera diputado provincial popular, José Luís Barragán, ha incluido con mucho acierto el desdoble de la carretera Zalamea-Santa Olalla (la A-461) y eso podría verse completado con otro esfuerzo por parte del Gobierno de la Nación desdoblando el tramo de la Nacional 431 desde San Juan del Puerto hasta Zalamea, con lo cual se lograría conectar por autovía sin pasar por Sevilla (que es un calvario) a Huelva con Madrid y plantarse, sin sobrepasar los límites de velocidad y sin cruza ningún semáforo, a las dos capitales en menos de cinco horas por la autovía de Extremadura. Estamos hablando sólo de unos 129 kilómetros de autovía entre San Juan del Puerto y Santa Olalla, prácticamente unos 60 kilómetros a cargo de cada Administración. La conexión de Madrid por Extremadura para llegar a Andalucía está siendo cada vez más utilizada y tiene la doble virtud de unirnos también en autovía con toda la ruta de la plata hasta Oviedo, a través de Cáceres, Salamanca, Zamora y León. Creo que no hay mejor solución que ésta e, insisto, es de los mayores aciertos de la Consejería de Obras Públicas plantearse en firme esta alternativa aunque la misma, cuando hasta escuchamos comentarios salidos de todo de algún que otro dirigente socialista provincial en su día fuera planteada por un político del PP.
Me alegra de la misma manera que se haya dotado con otra partida un acceso a las playas del litoral porque lo llevamos esperando por parte de la Junta desde que Aznar inaugurara con Cascos la autovía Huelva-Ayamonte. Lo que no entiendo muy bien, cuando además hay ya partida para conectar el tráfico que viene desde Sevilla con Punta Umbría que se haya optado por el enlace de Aljaraque, que viene a desembocar al final con la misma conexión de Punta-El Portil ya existente y no con el de Isla Cristina, por ejemplo, que es tal vez la población más distante de la vía rápida y que viene recibiendo un flujo de tráfico cada vez mayor. Ahí María Luís Faneca, como alcaldesa de Isla Cristina, no ha andado rápida de reflejos tal vez porque esté más entretenida con temas locales de las cuentas dejadas en las arcas municipales que de lo que sus compañeros de la Junta estaban pensando meter en los Presupuestos. Las prioridades, porque de eso se trata a la hora de elaborar unas cuentas de inversiones desde las distintas administraciones, no han estado muy bien marcadas y entran en contradicción en si misma porque se beneficia en exceso una misma zona, el eje Punta Umbría-La Bota, y no tanto otras poblaciones. Ya comentábamos hace una semana que todo podría tener un por qué, el objetivo ansiado de los trece hoteles en esa misma zona del camping (al que por cierto van a hacer rico, rico, de verdad) pero en detrimento de poblaciones con muchas más necesidades.
Ahora bien, en conjunto, repasando las cifras y las asignaciones que ofrecieron ayer los distintos medios de los números de la Junta para el 2008, el balance es positivo y creo que tiene como segundo objetivo para los socialistas onubenses, marcado por el fiel guardián orgánico del presidente en el partido, volver a repetir el maravilloso resultado de siete parlamentarios autonómicos en las próximas elecciones, que podrían ser sinónimos de una nueva mayoría absoluta y holgada para gloria de Manuel Chaves y destierro forzado o dimisión voluntaria definitiva de Arenas. Estoy convencido de que los socialistas de Huelva van otra vez por los siete escaños y visto lo visto, además de contar con el apoyo de sus cargos municipales en 60 ayuntamientos, pues casi estoy seguro de que lo tienen en sus manos. Estas inversiones que vender electoralmente le van a ayudar, sin duda, y tal vez por eso desde la Junta se ha sabido apostar con mayor generosidad por la provincia. Queda por saber, si Isaías Pérez Saldaña, como parece, deja libre el cupo del consejero onubense en el Gobierno Chaves quién será el llamado o llamada a sustituirle. Las quinielas apuntan a Pepe Juan Díaz Trillo o Cinta Castillo, salvo que el mismo presidente, en clave de futuro, tenga un tapado para la renovación pendiente de Barrero en el próximo relevo de las estructuras dirigentes socialistas.
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