Desde la perspectiva que ofrece ya el largo tiempo transcurrido desde que se inició, a instancias del Colegio de Arquitectos, el movimiento social denominado ‘Mesa de la ría’ ya puede decirse quien ha sabido sacar el mayor rédito de lo que suponía una plataforma aparentemente ciudadana, aunque es verdad que con la presencia desde los primeros momentos de las dos formaciones con menos peso electoral en Huelva capital, el Partido Andalucista y la coalición de Izquierda Unida. Ha sido esta última la mayor beneficiada, a juzgar por los resultados obtenidos en las pasadas municipales, de todo lo que haya podido generar y mover socialmente la ‘Mesa de la ría’ y esta valoración es la que da lugar a una estrategia ya concebida y estructurada de tomar un mayor control en la misma y basar una gran parte de su discurso político en torno a los temas medioambientales de la capital, en especial lo se refiere a las industrias asentadas en la Avenida de Federico Montenegro ya que todavía no le hemos visto ni escuchado ninguna declaración en torno al daño que pueda provocar la obra del ‘tripuente’ en el paraje protegido Marismas del Odiel. Como tampoco tenemos muchas noticias, con las ganas que ha tenido últimamente de salir en prensa, de los Verdes del ‘Guito’ y compañía en lo referente a este mismo tema, cuando a buen seguro con su posición se van a jugar la escasa credibilidad que le pueda quedar a este movimiento político en el mundo de los ecologistas de verdad y no, como han hecho hasta ahora, de mera comparsa socialista para aferrarse en la Consejería de Medio Ambiente a algunos despachos oficiales y a las subvenciones que hagan posible su subsistencia.
La coalición de Izquierda Unida tiene por delante, ante la convocatoria de las elecciones autonómicas y generales, recuperar cuanto menos el escaño andaluz que perdieron en el 2004 a manos de los socialistas y que dejaron a su líder regional, el onubense Diego Valderas sin poder sentarse en el Parlamento andaluz (donde en tiempo de la pinza con el PP llegó a sentarse en el sillón de presidente) con el consiguiente descrédito ente sus propios compañeros dado el escaso respaldo que pudo obtener en su propia provincia mientras que los andalucistas, con Miguel Romero a la cabeza, sí eran capaz de aguantar la avalancha socialista y hacerse hasta con relativa facilidad con el escaño. Este fracaso de la coalición y más en concreto de Diego Valderas se ha logrado superar con el aparente éxito de las últimas elecciones municipales al obtenerse en la capital un segundo concejal, que de haber mejorado el PSOE con Manuela Parralo sus registros pudiera haber sido decisivo para dejar al PP de Pedro Rodríguez sin mayoría absoluta y sin alcaldía, como es natural. Todo este aparente éxito se debió a un incremento de unos 700 votos sobre la media que venía alcanzando la coalición, votos que el cómputo global y dada la escasa participación valieron por mucho más del doble y en el reparto final de concejales ese aumento que se ha vendido como un inmenso logro de Pedro Jiménez y de su equipo. El análisis que parece hacerse de puertas para dentro, y que también hacemos muchos de puertas para fuera, es que este partido, sin duda, fue el único y mejor beneficiado de su posición en la ‘Mesa de la ría’, mientras que los andalucistas, por méritos propios, caían en picado hasta registros electorales míseros jamás conocido en la capital y sin que le valiera nada sus apariciones junto a la plataforma ciudadana antes comentada. Lo mismo le pasó a los Verdes del ‘Guito’ que no pasaron, tal vez porque en Huelva todos nos conocemos, de lo que ya venían obteniendo en elecciones anteriores.
En base a estos razonamientos políticos, todo cuanto hace y dice en los últimos meses la coalición de Izquierda Unida en la capital se mueve en torno al mismo tema: futuro de la avenida Federico Montenegro, un discurso al que los miembros de la empresa que redactan el avance del futuro Plan General de Ordenación Urbana parecen darle ala, como si formaran parte del mismo conjunto musical de Izquierda Unida, anunciando en reuniones de toma de contactos con colectivos de la ciudad una presumible fecha de la actividad industrial en la zona antes de que el mismo equipo de gobierno del PP haya todavía analizado y estudiado la orientación final que quiera proponer en el futuro urbanístico de la capital. Todos los grupos políticos son conscientes de las enormes aristas que contiene este debate social, económico y ciudadano, de ahí las cautelas de los mismos socialistas y el tiempo que en su toma de decisiones se dan los populares (hoy se agota el plazo del recurso o no a la sentencia de Endesa y todavía ayer no se conocía oficialmente el camino a tomar por parte del Ayuntamiento de Huelva a través de la Gerencia de Urbanismo). La coalición de Izquierda Unida, a sabiendas de que cualquier toma de postura radical afectará, en primer lugar, a cientos de trabajadores ha tomado la decisión de estar en el centro del conflicto, tal vez porque su posición es muy cómoda al no tener que adoptar, por no estar en posición de gobierno en ninguna de las administraciones afectadas, ningún acuerdo que le comprometa. Lidiar la parte social, la salida laboral a estos cientos de trabajadores, parece que es una pelota que dejan para sus compañeros de Comisiones Obreras y de ahí las posiciones extrañas que a veces se le escucha en temas tan candentes como ya hemos visto con el asunto de Fertiberia.
La estrategia, pues, de apoderarse del movimiento de la ‘Mesa de la ría’ por parte de Izquierda Unida politiza de una manera ya definitiva lo que en un principio se presentó como un movimiento meramente ciudadano. No le va a faltar recursos económicos ni ayudar a cualquier movilización porque ya forma parte de la misma estrategia electoral que haya planificado la coalición de cara a los próximos meses. Faltan varios miles de votos para asegurarse ese escaño en el Parlamento andaluz y esos tienen que salir en gran parte de Huelva capital y en ese objetivo todo cuanto se pueda agitar y movilizar sobre la recuperación de la Punta del Sebo pues mejor que mejor. Desde el punto de vista político es legítimo y nada que objetar, desde el punto de vista de los que auparon e impulsaron la ‘Mesa de la ría’ no deja de ser un exponente más de la falta de personalidad y de criterios exhibida para que todo cuanto han hecho se quede reducido ahora a ir de mera comparsa electoral de la coalición de Izquierda Unida en su necesidad imperiosa de recuperar el escaño andaluz perdido en Huelva. Que de volverse a repetirse podría terminar con el mando de Diego Valderas.
1 comentario:
Estoy en completo acuerdo con su análisis.
Es por eso que se produjo la escisión en la "Mesa de la Ría", cuando los grupos y personas que la iniciaron consideraron que IU la monopolizaba políticamente.
Un claro ejemplo de esta evolución es la observación de como está actuando "La Mesa" y la nueva "Asociación Mesa de la Ría": por ejemplo, quien se dedica a las movilizaciones políticas e incorporaciones de personas tradicionalmente vinculadas a ella (Juan Romero, que nunca antes asomó ni trabajó para La Mesa)) y quién trabaja realmente en la ejecución y realización de alegaciones en los procedimientos administrativos (A.A.I.)-La Asociación-
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