El anuncio del cierre de la fábrica de Nilenfos en el sector químico, además de la acción inducida por la Dirección General de Costas para acortar la vida de Fertiberia en la avenida de Montenegro, provocó el anuncio por parte de los dirigentes socialistas onubenses, ante sindicatos y organizaciones empresariales, que se pondrían a trabajar de inmediato para articular un plan de reindustrialización en la provincia de Huelva (sostenible, siempre sostenible, como le gusta decir a Javier Barrero). En esta semana se ha presentado por uno de los grupos insignia del sector pesquero en nuestra provincia una suspensión de pagos en el juzgado de lo mercantil y todavía no he visto por los gobernantes socialistas apenas reacción; bueno, una, perdón, que se han dejado escapar en el nuevo Gobierno que nombra Manuel Chaves la Consejería de Agricultura y Pesca, que con tanto tino ha gestionado durante unos años Isaías Pérez Saldaña y que, para más inri, le ha conducido con relativa facilidad a alcanzar la alcaldía de Isla Cristina.
Para que el lector se haga una idea del efecto económico de lo ocurrido en el sector pesquero onubense con esta acción mercantil presentada por la empresa es como si en el sector industrial, empresas como Cepsa o Ence, haciendo comparaciones porcentuales de incidencia en cada sector de actividad productiva, pues hubieran anunciado en Huelva una suspensión de pagos con los efectos laborales, mercantiles y colaterales hacia otras empresas que ellos comporta. ¡Menuda estaría formada! Pues algo así es o que ha pasado en la pesca, en lo que quedaba de la actividad pesquera en esta provincia. De ahí que no contar ahora mismo con la herramienta de una Consejería de Pesca en manos de dirigentes vinculados a la provincia venga a ser, junto a la misma noticia de la suspensión de pagos, pues una mala cosa, aunque confío en la capacidad de todos los ejecutivos y accionistas de este grupo de empresas para que pueda salir adelante. Por el bien de Huela y por el bien de un sector como la pesca en la que hemos sido referencia nacional como provincial.
Desde hace semanas vengo insistiendo mucho a todos los gobernantes socialistas, dado el peso institucional que tienen bajo su mando, que tienen una tremenda responsabilidad con todos los ciudadanos de esta provincia que con tanta generosidad como confianza vienen confiando en ellos durante tantos años para gestionar la actividad pública. Lo que más deseo ahora mismo es que acierten, tanto en los nombramientos de los responsables que ponen al frente de cada despacho oficial, por el cual se van a decidir en los próximos meses tantas y tantas cosas. como en las medidas que van a promover para salvar este momento. Yo cada vez que escucho a Solbes hablar de “una leve desaceleración económica” es que me hecho a temblar porque, una de dos, o lo hace para no generar más incertidumbre (lo cual en economía ayuda poco viniendo de quien tienen sus datos sobe la mesa si luego lo dejan en entredicho mes a mes) o porque, en verdad, es el diagnóstico que desde su Ministerio se tiene. No sé por eso si en Huelva, en los despachos de decisión de los socialistas onubenses, se hace algo parecido a lo de Solbes o no. Pero el silencio de estos días con lo que ha surgido en el sector pesquero me tiene sorprendido. Porque hay sensaciones en el sector económico provincial onubense de que todavía lo peor no ha llegado, que queda mucho y duro por venir en los próximos meses. Hace unos días un afamado profesional con larga experiencia en el campo jurídico mercantil y fiscal me decía, tremendamente preocupado, que “la Huelva empresarial se estaba cayendo a trozos” y más desde que a los bancos le ha dado por cerrar el grifo. ¿Tienen esta percepción los gobernantes socialistas? ¿Han analizado con sus expertos en la provincia, con los muchos cargos de confianza y asesoramiento que tienen repartido por las delegaciones provinciales de las consejerías estos datos? Y sí los tienen analizados, que Dios lo quiera, qué medida y con cuánta rapidez piensan actuar. Hace unos días un parlamentario socialista, todo encorbatado y al que quieren aupar tras el ascenso, ya confirmado y anunciado por nosotros desde hace meses, de Cinta Castillo, comprometía en la actual legislatura de cuatro años una inversión pública de unos 600 millones de euros, lo que repartido, supone 150 millones de euros en cada ejercicio. Esto en inversión pública, en obra pública. Y para los sectores ya con problemas, caso del pesquero, ¿piensan hacer algo?; ¿y para la construcción y todo lo que genera en otras empresas auxiliares, hay algo? ¿Y para el hostelero y hotelero, que no me vean como están de asustados de cara a la temporada, tienen previsto algo? Y, ya por último, tienen alguna fórmula entre sus medidas para acudir en el auxilio de las arcas de esos ayuntamientos de la provincia que ya no llegan ni para poder pagar a final de mes el sueldo de sus funcionarios. ¿Tienen o no pensado algo? Si en cuestión de semanas no se reacciona a tiempo por los gobernantes socialistas en Huelva mal, muy mal, lo vamos a pasar. Y los discursos de Rodríguez Zapatero y Manuel Chaves, en sus investiduras, andan muy lejos, lejísimos, de la realidad cotidiana de empresas y familias.
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