lunes, 17 de diciembre de 2007

¿Dónde está en el PP el Rato de Huelva?

Veo que el cotarro electoral se anima y eso que estamos en tiempos prenavideños de paz y amistad (hace unos días Javier Barrero y Pedro Rodríguez, en el acto del Día de la Constitución, hasta se miraron a los ojos y se saludaron protocolariamente, que ya es un éxito, es un decir, en democracia). La vedad es que mirando el calendario faltan menos de tres meses para una doble consulta electoral, en Andalucía y en España, y eso se tiene que notar en el ambiente porque nada más pasar Reyes se estarán presentando ya las candidaturas formales de cada formación política a cada comicios. En Huelva se van conociendo algunos nombres pero lo gordo, tanto en el PP como en el PSOE, falta por decidirse. Es más, haciendo recuentos, por ejemplo, entre los populares no acabo de ver los posibles candidatos femeninos para ocupar los puestos dos y cuatro en la lista del Parlamento andaluz ni donde piensan ubicar a José Luís Rodríguez, si en Andalucía o de dos en el Congreso de los Diputados, porque parece ser que desde Lepe, s alcalde, Manuel Andrés, aspira en serio a figurar de tres o cinco en la candidatura del Parlamento andaluz, además de la incógnita de Juan Carlos Lagares, de seguir en el Senado o de entrar en el equipo renovado que Arenas al parecer buscar para su futuro Grupo Parlamentario en Andalucía.
Decidan lo que decidan soy de los que piensan que en esta doble campaña los nombres que figuren en cada lista, hasta encabezando la misma, es lo de menos en estos momentos porque los ciudadanos, las familias, lo que buscan con ansiedad e inquietud es aquel partido, aquella formación política, que le explique bien y razonadamente cómo afrontar a diario la economía familiar, entre una cesta de la compra que seguirá subiendo (el IPC de diciembre puede ser de escándalo, y más cuando el mismo Gobierno recomienda que se consuman conejos en estas fiestas navideñas) y cómo se piensa dinamizar en la provincia la economía después de que parte de su bonanza, como en otros muchos sitios, se haya basado en el auge de la construcción y un poquito del turismo. En esta campaña el PP necesita en Huelva su Rato provincial, que ya lo comentaba yo en otra columna no hace mucho. Dejar estas explicaciones económicas a Pedro Rodríguez, cuando el mismo Ayuntamiento de Huelva está como está, no parece lo más oportuno ni lo más sensato. Fátima Reyes, a la que el partido ha dado ciertas responsabilidades en el área económica en el Congreso de los Diputados, debería de cambiar por estos tres meses su residencia habitual en Huelva, que es donde la necesita el partido si no quiere terminar siendo una candidata cunera pura, y fajarse en un casa por casa y pueblo a pueblo para explicar cómo se pudo da una bonanza económica en los tiempos de gobierno del PP y ahora se termina con el gobierno del PSOE con la despensa casi vacía y las familias españolas y onubenses cada días más asfixiadas. La campaña electoral se va a disputar en este marco de juego, ni tan siquiera las promesas de inversiones futuras, en la que todos gastan mucha saliva, le interesa al personal que piensa ir a votar o a aquellos que quieran quedarse en casa. El problema, y si no que los políticos bajen a la calle por unos días, está donde está y los ciudadanos van a dar su apoyo a quien le ofrezca mayor seguridad en estos momentos, máxime cuando los números económicos que se van a ir dando en los próximos meses (nada más hay que ver la cara de descomposición de Solbes y Calderas en sus últimas comparecencias) irán cada vez a peor y así, como mínimo., hasta pasado el verano del 2008. Y a esto que el Banco Central Europeo, como muchos temen, no tome la decisión, después de conocer otro mal dato de inflación en diciembre, de subir los tipos de interés a la vuelta de las vacaciones de navidad, que entonces el reventón puede ser de ‘aúpa’.
Los socialistas onubenses, ante tan sombrío panorama, van a jugar a dibujar en la provincia un paraíso artificial, como el que anunciaban este sábado de 20.000 viviendas en los próximos diez años (lo que quiere decir, tan sólo, 2.000 cada año toda una proeza en desarrollo, sí señor), y en ese error no pueden caer los populares subastando otras promesas artificiales, llámese AVE, carretera de Extremadura, etc., etc. Lo que hoy decide y decidirá el voto el día 9 de marzo es la seguridad y la confianza que cada partido proyecte a la ciudadanía en el terreno de la economía más doméstica y familiar en base a la realidad diaria que se da en la provincia y en todos los sectores económicos. Por ejemplo, porque será un tema candente en unos días, qué decisión piensa adoptar cada formación política cuando la Dirección General de Costas, en manos del PSOE, le comunique formalmente, en cumplimiento de la sentencia ganada en la Audiencia Nacional, cuanto tiempo le da para seguir vertiendo fosfoyesos en la marisma, si ni un día más o los doce años que pide la empresa para poder reordenar su actividad industrial. En el PP de Huelva alguien tendrá que coger este testigo de portavocía en cuestiones económicas si es que quiere proyectarse como partido serio, sólido y con ideas para gobernar además de unos candidatos que puedan o no caer simpáticos en un momento determinado, modelo que pienso que ya pasó y de ahí mucho de los males endémicos que vienen arrastrando los populares en la provincia antes el propio desconocimiento que el mismo Arenas parece tener de lo que en verdad interesa hoy entre la ciudadanía onubense, y eso que me consta de que en un reciente encuentro privado con empresarios de a pie andaluces algún que otro representante de empresas de Huelva le ha hablado bastante claro. En esta campaña, los populares, si quieren sumar en Huelva el cuarto diputado andaluz y ponerles a los socialistas la mayoría absoluta en Andalucía difícil, necesitan mucho más que el tirón electoral clásico de Pedro Rodríguez.

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