jueves, 13 de marzo de 2008

La capital salvó el escaño a Valderas

Diego Valderas, flamante nuevo parlamentario por la provincia de Huelva, ha dejado de ser profeta en su tierra y ha encontrado puerto de acogida en la capital merced a los buenos oficios del equipo capitaneado por Pedro Jiménez. Porque ha sido la capital, el aumento de votos en esta ciudad, la que ha permitido al político bollullero, ya abuelo, volverse a sentar en el hemiciclo que el mismo presidiera durante la época de la llamada ‘pinza’ (acuerdo entre PP y la IU de Luís Carlos Rejón y Julio Anguita), allá por la legislatura del 94. Lo atestiguan los datos escrutados de este pasado domingo, a los que le esperan el recuento final que ayer hacía la Junta Electoral Provincial con la suma de los votos de los emigrantes.
La coalición de IU consolidó ese ansiado escaño, en razón a los resultados obtenidos por cada uno de los partidos en la jornada de este domingo, cuando se alcanzaron los 19.800 votos. Por supuesto que desde el primer momento que fueron entrando los votos de cada mesa ya se iba viendo por el porcentaje que mantenían, en torno el 8%, que podía situarse en el marco mínimo para que Diego Valderas salvara en Huelva su carrera política y lo que los compañeros de Sevilla le habían negado como coordinador regional. Sin embargo, el escaño quedó asegurado, como decíamos antes, cuando superó la barrera de esos 19.800 votos. Al final el recuento de Izquierda Unida fueron unos cientos de votos más, exactamente 20.258. Sobraron, como quien dice, unos 458 votos nada más, algo que estaba en línea con lo que se ha ido comentando durante los días de campaña. De haberse dado mayor participación, el escaño hubiera resultado más caro, por encima de esos 19.800 votos, y de haberse dado menos pues esta cifra mínima también se habría reducido.
Huelva capital resultó ser para la coalición la llave maestra de este éxito volviendo a alcanzar el mayor número de apoyos, en cualquier de las distintas elecciones celebradas, desde el año 96. Los 6.118 votos de la ciudad onubense valen oro para Izquierda Unida porque, curiosamente, superan en 593 votos los logrados en las autonómicas del 2004 y también a los 4.477 de las pasadas municipales (donde dieron la sorpresa de la noche electoral al sumar dos concejales). ¿Qué hubiera pasado si en la capital los compañeros de Diego Valderas no consiguen superarse a ellos mismos y meterse con esos 593 votos más? Pues, probablemente, que Diego Valderas hubiera escrito estos días la misma historia triste del ‘Gaspi’ de Llamazares. Que hubiera sido un fracaso, tanto personal del viejo dirigente comunista bollullero como de sus compañeros onubenses que con tanta generosidad lo han querido arropar y apoyar.
Porque desde luego, como hacíamos referencia al principio del comentario, su ciudad natal de Bollullos par del Condado no ha estado por sacarle los ‘castañas del fuego’ a quien fuera su alcalde. Al revés, en las autonómicas del 2004 llegaron a unos meritorios 3.813 votos para bajar en esta convocatoria a los 2.729, que son prácticamente los mismos apoyos que ya se quedaron en las municipales del 2007, para ser exactos 2.795. Este montante de votos es ya el suelo electoral que le ha quedado en Bollullos par del Condado a la coalición frente a los 3.109 que ya consolidan los socialistas, quienes obstante por beneplácito de IU la alcaldía del pueblo en un gobierno en minoría, después de venir en el 2004 de 2.703 votos o en el año 2.000 de tan sólo 2.074. No hay duda, por tanto, que el entreguismo de Diego Valderas al PSOE en su propio pueblo, enfrentándose a las tesis contrarias de muchos de sus compañeros, que quieren volver a gobernar aunque sea con el apoyo de los populares, le ha podido costar otro serio disgusto. En Bollullos, los números lo dicen, el PSOE que almuerza a todo mantel con la Cooperativa que gobierna Pepe Lagares, crece y crece y la coalición apunta ya a un definido estancamiento. No sabe bien Diego Valderas el gran trabajo que le han hecho en la capital los compañeros que acompañan a Pedro Jiménez, ganando casa a casa en muchas barriadas, por allá, por Marismas del Odiel, Las Colonias o La Orden baja, esos 593 votos más que en el 2004 y 1.641 más que en las municipales del 2007. La importancia que, a veces, tienen esos puñados de votos que da un trabajo hecho con método, constancia y mucho, pero que mucho, olfato político. El de Pedro Jiménez.

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