A lo mejor puede pensar el lector que mis comentarios pecan a veces de reiterativos al insistir mucho, y más después de los resultados electorales que se han dado tanto en las elecciones municipales del año pasado como en las autonómicas y generales de este, en la tremenda responsabilidad que tienen todos los dirigentes socialistas con la provincia. No hay proyecto que ahora mismo esté en marcha, sea proveniente de inversión pública o privada, que no pase por sus manos y por la toma de decisión en los centros de poder del PSOE de Huelva. Es más, creo que empiezan a estar hasta abrumado por las llamadas que reciben de unos y otros preguntando por “lo suyo”, ya que quitando las cuatro islas de los ayuntamientos en manos de los populares, que también dependen de tramitaciones en manos de gobernantes socialistas, todo está concentrado en un único centro de decisión. Es lo que han querido los ciudadanos, es verdad, y nada que objetar a estas votaciones, pero no suele bueno en los sistemas democráticos tanta concentración de poder y que todo quede en unas mismas siglas políticas.
De los socialistas lo que más me inquieta, aparte de que intenten todavía contener mediáticamente la realidad de crisis o recesión económica que se les viene encima con ruedas de prensa contando cuatro resultados económicos optimistas para la provincia, es el mal manejo que hacen de los tiempos en cada legislatura y ese empeño de obligar a que se adopten decisiones administrativas desde una óptica de mera oposición y asfixia económica a aquellos pocos ayuntamientos que gobierna el PP en Huelva. Cada vez, por ejemplo, que alguien saca a la luz el proyecto urbanístico de Isla Chica hago una mirada retrospectiva y se me caen los palos del ‘sombrajo’ cuando como conclusión sacó que llevamos casi diez años esperando que esta inversión y actuación en una de las zonas más necesitadas de la capital se ponga en marcha. Casi diez años esperando que se pusieran de acuerdo y ahora, vayan ustedes a saber, los años que nos queda en verlo hecho realidad y más cuando los apoyos financieros para toda iniciativa de construcción están mal vistas en los bancos. ¿Han echado número los políticos del PSOE, sobre todo, y del PP en las repercusiones económicas negativas que estos diez años han generado en todo el conglomerado comercial, hostelero y de otros negocios de la barriada de Isla Chica?
Pero no es lo único. El famoso Plan de Ordenación del Litoral, que nos llegó en los buenos momentos de la inversión en el turismo residencial y hotelero, provocó retrasos y paralizaciones de muchos planes de ordenación urbana. Hasta catorce planes de ordenación han estado retenidos en la Consejería de Obras Públicas y en la Comisión Provincial de Urbanismo, algunos de ayuntamientos socialistas y otros de los populares. ¿Cuánto ha costado esto a la provincia y cuándo y cómo podrá recuperarse la inversión ya pérdida? ¿Y es posible, además, que se pueda aventurar que todavía es posible sacar adelante este modelo económico en el litoral cuando hay ofertas en otros muchos países, en especial Brasil y México, que seducen más que nuestras potencialidades naturales, y más con el dólar devaluado con respecto al euro?
El tiempo, la adopción de decisiones en los momentos adecuados, son vitales en el conjunto de la economía porque los ciclos son cambiantes en todos los sectores productivos pero también lo son las circunstancias de un mundo cada vez más globalizado. Ya hay otro toque de atención desde los mismos promotores en Huelva del Ensanche, que supondría poner en marcha la nueva ciudad capitalina de este siglo: “los tiempos se agotan y puede ser que este proyecto, si sigue tardando, no se podrá ejecutar”, más o menos ha venido a indicar su principal interlocutor. En los tiempos que corren, sus palabras no son ningún farol sino un serio aviso a la clase gobernante provincial y hasta autonómica. Es que cada proyecto empresarial tiene su momento y sus tiempos de ejecución y ahora, además, todo transcurre con enorme velocidad en los esquemas de financiación privada. Sin ir más lejos, les recuerdo a organizaciones empresariales y sindicales que vamos para dos meses desde que se reunieron con los dirigentes socialistas para poner en marcha un plan de reindustrialización en la provincia: ¿sabemos ya algo de este plan, de cuánto dinero se va a disponer y quién se ha responsabilizado de dar el siguiente paso? ¿O esperamos a que nos hagan provincia campeona en España en cuanto a cifras de parados y nos teman en el libro de los Guiness como un atractivo más de carácter turístico…y bajo la protección, como especie natural, humana, con problemas de supervivencia, en manos de la Consejería de Cinta Castillo?
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