lunes, 18 de febrero de 2008

La mayoría absoluta de Chaves se juega en Huelva

La amplia encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas, dirigido ahora por gobernantes en la órbita socialista, daba a conocer hace unos días los resultados de cara a las elecciones del próximo 9 de marzo, información de la que los lectores han tenido ya buena cuenta porque en lo que se refiere a las cifras globales está recogido por todos los medios de comunicación. En lo que respecta a Huelva, como a era previsible, el ya estático tres diputados para el PSOE y dos para el PP en el cómputo de las legislativas nacionales sigue como algo inamovible y esta es una de las provincias que los dos grandes partidos no consideran estratégica ni decisiva en la conformación del resultado final en cuanto al número de escaños de cada formación, de ahí, además, que no tengamos muchas visitas en campaña de los principales dirigentes estatales. Sin embargo, en lo que respecta a las elecciones autonómicas la situación es bien distinta. Los socialistas, según la encuesta, mantienen la mayoría absoluta en Andalucía pero se quedan a tan sólo tres escaños de los 56 que marcan la necesidad o no tener que contar con un futuro socio de gobierno y Huelva es una de las pocas provincias donde el PSOE logra revalidar, con otros siete parlamentarios, el extraordinario resultado del 2004 donde alcanzó, nada más y nada menos, que 154.579 votos en las generales y 145.170 en las autonómicas (se dejó entre una y otra votación individual, y en el mismo día, 9409 votos en el camino que debieron salir, principalmente, de Izquierda Unida, ya que la coalición bajó 5006 votos en el recuento de los resultados para el Congreso de los Diputados). Los otros cuatro escaños de las autonómicas la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas se los adjudica al PP, que así recuperaría al menos uno con respecto a hace cuatro años cuando se acercaba a las cifras del 94 (70.995 votos y sin que todavía hubiera sido fichado Pedro Rodríguez como candidato a la alcaldía de Huelva) y se quedaba con tan sólo 78.997 votos en las autonómicas, perdiendo también en el mismo día y en las mismas mesas 5176 votos en comparación con el escrutinio de sus papeletas en el Congreso de los Diputados. En resumen que las circunstancias especiales, por el atentado del 11-M, en que se celebraron estos comicios no tuvieron en cuenta ni tan siquiera quien o quienes figuraban en las listas electorales del PP (Matías Conde iba de cabeza de cartel en el 94 y Pedro Rodríguez en el 2004).
La coalición de Izquierda Unida, a la que la encuesta asigna un 4,8% del voto decidido, que en conjunto y restando los que manifiestan abiertamente que no piensan ir a votar y el 30% de indeciso, es tan sólo de un 56% del total de electorado, se queda a las puertas de ese escaño vital primero para la formación pero también vital para Diego Valderas como político. Y vital, como decimos, para el conjunto del cómputo global porque un escaño menos en el lado socialista, cuando está a tres de perder la mayoría absoluta cómoda de la que goza ahora mismo, puede ser fundamental en la que se prevé como larga noche del domingo 9 de marzo. No hay ninguna duda, a la vista de los resultados que se han dado en las distintas elecciones, que el voto útil dentro de la izquierda juega siempre en Huelva a favor de los socialistas, salvo cuando en el año 94, con un discurso propio y diferenciado del PSOE, llegaron a contar con unos irrepetibles 33.559 votos en las autonómicas y dos años después, en las mismas autonómicas, un histórico de 39.371 votos con los mayores índices de participación de estos años, con un 75,27% del censo provincial acudiendo a las urnas. ¿Qué va a ocurrir en esta convocatoria cuando en Andalucía lo que se disputa es tan sólo si los socialistas van a o no tener que gobernar con la coalición de Izquierda, como ya ocurre, sin ir más lejos, en Cataluña? Esta disputa por el voto de la izquierda es la principal estrategia marcada por el PSOE de Huelva en esta campaña visto que del lado del PP, sin apenas estructura en los pueblos porque sesenta ayuntamientos están en manos de alcaldes socialistas y ya ellos cuidarán de sus votantes, no hay enemigo que pueda deparar sorpresa alguna. Bastante tienen ya los populares, como objetivo prioritario, recuperar al menos el voto de las elecciones del 2000 y que los situaba en el listón más alto de su trayectoria con 98,575 votos en las elecciones generales y los 92.700 (volviendo a bajar otros 5.875 votos el mismo día y con la misma cita electoral) de las autonómicas.
Por lo tanto, lo lógico y natural es que el PP vuelva a sus cifras normales que venía dando en anteriores convocatorias desde el año 96, es decir superando los 90,000 votos de media y eso le garantiza los cuatro parlamentarios para Andalucía (recuperando uno de los dos perdidos en el 2004) y que la incógnita del día 9 de marzo, como irán dando con seguridad todas las encuestas en los próximos días, es que los socialistas y los miembros de Izquierda Unida se disputen ese reñido parlamentario. En este sentido, qué papel puede jugar el nuevo panorama industrial que se ha dado en estos días resulta también una interrogante difícil de contestar todavía a tenor, además, de que ambos partidos desde la izquierda mantienen discursos muy distintos y hasta enfrentados en el plano industrial-medioambiental y ahora lo que se ha dado es un caso real, un problema vivo, candente, que hay que afrontar y que solucionar y con muchas familias afectadas contemplando el día a día y la atención de todos los medios de comunicación de la provincia marcada como prioritaria en su quehacer informativo. Tendrá que afinar muchos Diego Valderas y los suyos las acciones de aquí hasta el mismo día de la cita electoral y buscar que su electorado, que está en zonas muy concretas de la capital y en algunos pueblos de la provincia, se mantenga fiel y no caiga en la seducción con trampa de los socialistas reclamando que el voto de la izquierda se concentre de nuevo en torno a sus siglas. En las elecciones municipales, y en el caso concreto de la capital, Pedro Jiménez consiguió con su campaña mantener y aumentar el electorado de IU, con lo que queda patente que se puede volver a lograr si se saben hacer las cosas bien y con argumentos claros y poniendo de manifiesto los errores que comete el PSOE y las promesas incumplidas que se han hecho y que nunca llegan a este Huelva que se comporta tan generosamente con ellos siendo de las provincias que porcentualmente más alto les vota en comparación con las del resto de España.

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