Aunque grabado por la mañana, en la tarde de hoy, a través de la sintonía de Canal Sur Televisión, podremos ver en Huelva el primer y único debate entre los cuatro cabezas de listas a las elecciones autonómicas que mayor representación ostentaron en los comicios del 2004. Es decir, estarán las primeras figuras del PSOE, PP, IU y Coalición Andalucista (antiguo PA). Una hora, no más de una hora, es todo el tiempo que nuestros políticos estarán ante las cámaras de la televisión autonómica hablando de las propuestas de cada formación para que los ciudadanos tengamos formada una opinión ante la cita del 9 de marzo. Si ustedes reparten los 60 minutos entre cuatro, restan el tiempo de presentación y turno de palabras del moderador y los cortes publicitarios, pues ya saben que más o menos unos 10 minutos es todo el tiempo que cada cual tiene para hablarnos de Huelva.
Al parecer, por la forma en que se negocia esta campaña entre los partidos políticos, la ciudadanía no merece más. Y eso que el debate del pasado lunes, entre Rodríguez Zapatero y Rajoy, lo siguieron, según las mediciones de audiencia oficiales, la friolera cifra de trece millones de telespectadores, tres más que los dos anteriores duelos, en el año 93, entre Felipe González y José María Aznar. Pues nada, en Andalucía, una de las pocas comunidades autónomas en las que su canal regional de televisión no conectó con la señal distribuida del debate este pasado lunes, y en Huelva no hay por qué tener debates. No hay por qué conocer la visión de cada cual sobre el momento actual y la forma de afrontar el futuro, máxime cuando es evidente, y las encuestas lo detectan, que en estas elecciones la ciudadanía, una gran parte de la ciudadanía, todavía no tiene totalmente formada su decisión y quiere conocer mucho más ante de optar por unos o por otros. La apretada realidad económica lo demanda así porque en estos comicios no está pesando tanto el voto ideológico como el voto racional, pensado y tocando el bolsillo, la cartera con los euros, de cada familia.
En Huelva hay paro, y subiendo desde mayo del año 2007 de una manera constante; padecemos la inflación de productos básicos que además producimos en nuestra misma provincia y el frenazo de la economía también nos pasará su correspondiente factura, ya ha empezado en el turismo residencial y apenas si los ayuntamientos otorgan licencia de obra nueva en los últimos meses. Pero cómo es posible que nos hurten a todos que podamos tener ese contraste de pareceres abierto y vivo entre candidatos que quieren ganarse nuestra confianza en estas elecciones y todo lo que han pactado sean esos ridículos y cicateros 60 minutos para el primer y quizás único debate que tengamos en toda esta campaña en la provincia de Huelva.
Después de ver el interés mostrado por la audiencia en el debate Rodríguez Zapatero-Rajoy me da igual como analista entrar a valorar a quien pueda perjudicar o beneficiar la celebración de debates electorales, que en Estados Unidos es una de las piedras angular de su sistema democrático desde que se inician las primarias en los estados más pequeños. Los ciudadanos quieren debates, los ciudadanos de Huelva tienen derechos a más debates y es obligación de los partidos políticos y de todos aquellos que aspiran a recibir el voto el día 9 de marzo responder con responsabilidad ante esta demanda social. En otras provincias andaluzas he podido comprobar que hasta la Asociación de la Prensa, en el caso de nuestra cercana Cádiz, ha montado en abierto un debate, para que pudiera ser seguido por todos los medios de comunicación que así lo quisieran, entre los primeros dirigentes del PP y del PSOE. Por qué sí en Cádiz y por qué no en Huelva. Después decimos que esta provincia es apática y pasiva; la hace ser apática y pasiva la clase política tan mediocre que tenemos, posiblemente la peor en los 30 años de reciente democracia vividos en esta provincia.
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