A dos jornadas del cierre de esta campaña parece como si todo, o casi todo estuviera ya dicho después de los debates cara a cara celebrados. En el PP, partido que nos toca analizar hoy, sus dirigentes locales afirman que se han encontrado con mucha movilización de su electorado, con asistencia a los actos mucho más elevada que en anteriores campañas, incluso en pueblos donde era difícil celebrar reuniones con militancia o simpatizantes. Ellos mismos están sorprendidos de esta respuesta y eso les hace presagiar que en la provincia de Huelva el partido va a remontar posiciones y subir en cuantos al número de votos. Las encuestas y no yo, y lo quiero aclarar porque me lo han preguntado ya varios lectores, le dan que pueden superar el listón de los cien mil votos en estas elecciones. Han sido dos encuestas y en dos medios de comunicación distintos y las dos sitúan el porcentaje de votos del PP entorno al 39 o 40% y eso, claro está que dependiendo de la participación de ese día, pueden suponer esos 100.000 votos que yo mantenía en el comentario de hace unos días. Los sondeos últimos mantienen que los porcentajes de participación pueden llegar al 77% y por lo tanto, con ese 39-40% de porcentajes, los populares pueden perfectamente superar ese listón histórico nunca conocido de los cien mil votos.
La campaña que han mantenido en Huelva, tirando sólo el grupo formado alrededor de la figura de Pedro Rodríguez y de la que también se ha colgado Fátima Báñez, y eso que es la número uno por el Congreso de los Diputados, ha sido la misma de otras ocasiones y con algo inusual en un partido que es oposición: ningún sólo roce ni discusión con los contrarios, en este caso los socialistas como partido de Gobierno en España y en Andalucía. En el PSOE, seguro, lo achacarán a que con esto se buscaba que no existiera crispación y ello no favorezca mayores niveles de participación. Creo que esta campaña en paralelo, sin toques ni roces entre unos y otros, es más voluntad de Pedro Rodríguez y su forma de entender su posición como dirigente que estrategia estudiada en ninguna mesa camilla electoral. Los populares en Huelva improvisan mucho, unas veces le salen bien y otras dejan boquiabiertos a más de uno. Forma parte del modelo personalista del partido en esta provincia y eso si cambia, cambiará en razón a lo que ocurra este próximo domingo en España y en Andalucía.
Alguien ha lanzado bulos en el seno de los populares sobre actitudes extrañas en algunos municipios con gobierno del PP y hasta han apuntado nombres y localidades concretas. Que si en tal pueblo hay más banderolas del PSOE que nuestra y en los mejores sitios, que si no se ha repartido la propaganda… En fin, muchos bulos que forman parte de la manera de comportarse los contrarios y de las redes de captura sobre un alcalde descontento que dicen las malas lenguas que ya están echadas porque él mismo ya se había ofrecido nada más conocerse los resultados de las pasadas elecciones municipales. Lo cuento porque está en la calle, en los mentideros políticos y así aflora para que sepamos cuanto antes lo que hay de verdad en toda esta historieta que se han montado algunos.
En Huelva, además de la marca del PP en los carteles, han aparecido sus candidatos más importantes, lo cual es de agradecer. Y Arenas ha estado pendiente de los temas más importantes y se ha mojado en algunas cuestiones espinosas (innecesarias también) como, por ejemplo, la segregación de Mazagón. Puede darle votos en Moguer, donde el PP piensa cerrar este año su campaña, pero puede quitarle votos en la localidad costera. Habrá que hacer comparaciones con anteriores resultados para comprobar si hubo o no metedura de pata. Nada se juegan los populares en esta provincia de cara al Congreso de los Diputados, pero sí, y mucho, en los resultados del Parlamento andaluz. No es lo mismo 3 que cuatro y no digamos si fueran cinco los escaños. Lo primero sería un rotundo fracaso; lo segundo, lo esperado; y lo tercero, que algo en España y en Andalucía puede cambiar.
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