Es una de las grandes incógnitas de las elecciones andaluzas: qué piensa hacer el tradicional votante andalucista, que en esta ocasión, y por fuerza mayor y de necesidad extrema, ha hecho que se aglutinen en torno a unas mismas siglas, Coalición Andalucista, todo los restos dispersos del PA, PSA y algunos grupúsculos del Foro Andaluz impulsado por el inquieto Manuel Pimentel, además de hacer desaparecer de la escena electoral en la autonomía a las figuras carnívoras, políticamente hablando, de Alejandro Rojas Marcos o de Pedro Pacheco. En Huelva, los andalucistas lograron en el 2004, pese a la tempestad socialista que arrasó, unos resultados históricos de 22.010 votos después de haber cosechado un año antes, en las municipales del 2003, el listón de los 32.926 votantes. Nunca antes se habían logrado estas estadísticas y los andalucistas gozaron de un importante poder municipal en la provincia de Huelva que perdieron casi en su totalidad, y hasta en el feudo emblemático de Isla Cristina, en las pasadas elecciones del año 2007.
Las encuestas que se van conociendo van dando que, en el conjunto de Andalucía, la Coalición Andalucista pierde notables apoyos y se mueve en una horquilla de escaños que van de 1 a 3, si bien es verdad que la conjunción de votantes provenientes de las tres fuerzas que se han agrupado en esta convocatoria no está todavía medido por ninguna consulta. Para sorpresa de muchos, uno o tres parlamentarios, si los socialistas de Manuel Chaves perdieran la mayoría absoluta, pueden ser la llave de otro gobierno de coalición y la palanca de nuevo para los andalucistas, desde el manejo de una nueva consejería, de recuperación de las posiciones de las que venían hace cuatro años. La vida, dicen, da muchas vueltas. Y los andalucistas han hecho ya distintas travesías del desierto, siempre, lamentablemente, fruto de sus propios errores y de sus propias torpezas, también hay que decirlo, porque resulta difícil de entender que cuando estaban en sus mejores momentos en toda Andalucía optaran en una noche loca malagueña por guillotinar a todo el aparato orgánico que Antonio Ortega, con mucho esfuerzo y tiento, se habían encargado de ir montando desde la plataforma de la Consejería de Turismo y Deportes y que en Huelva, con ese escurridizo y trota caminos de Miguel Romero, sorprendió a todos como partido con los fichajes del 2003, hoy casi todos ellos de vuelta a las filas socialistas.
De todas formas, si el votante andalucista decepcionado por tantas y tantas aventuras decidiera cambiar la incógnita que despegará estas elecciones del 9-M es la dirección que puede tomar ese voto. Normalmente y observando en las estadísticas históricas el comportamiento del simpatizante andalucista en generales y autonómicas, la conclusión es siempre la misma: el votante que le apoya en las andaluzas no mantiene nunca su fidelidad en las generales, es decir que cambia la papeleta y convierte su voto en un claro voto útil hacía una u otra fuerza, que desde luego nunca suele ser la Coalición de Izquierda Unida, porque normalmente le suele ocurrir lo mismo. El partido que siempre tiene resultados muy distintos en generales y autonómicas, en la provincia de Huelva, es el PP, y por supuesto siempre es mejor el escrutinio para Madrid que el que se da para decidir el Gobierno de Andalucía. En el 96 la diferencia entre una y otra urna fue de 2951 votos, en el 2000 de 5875 y en el 2004 de 5.176. Pero es que a los socialistas, salvo en la consulta del año 2000 con la mayoría de Aznar, en la que su votante fue casi idéntico, con un movimiento favorable por primera vez a las autonómicas en 396 votos, le suele ocurrir lo mismo. En el 96 perdieron 7.904 votos en la consulta andaluza con respecto a las nacionales y en el 2004 llegaron, incluso, a los 9.409 votos de diferencia.
Como se puede observar por la propia trayectoria electoral en la provincia de Huelva, a estas alturas, saber a ciencia cierta, lo que piensa hacer el votante andalucista en este 9-M es impredecible. Que es un buen banco de votos para que pesquen socialistas y populares, no hay duda; que quién puede convencerles más en esta ocasión eso lo sabremos la noche del mismo domingo, que decidirá, casi con toda seguridad, la supervivencia o no de los andalucistas como formación política en los próximos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario